La miopía ha registrado un aumento significativo a nivel mundial, acelerado por la pandemia. En el año 2000, la proyección era del 15% y para 2020 fue del 22%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que para el año 2050 la mitad de la población tendrá miopía. ¿Con qué velocidad avanza este problema en el Perú?
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La jefa del departamento de Oftalmología Pediátrica y Estrabología del Instituto Nacional de Oftalmología (INO), Doménica Díaz Zubiate, informó que el Perú no escapa a esa tendencia. Si bien la miopía en gran medida se debe a factores genéticos (es decir, si uno o ambos padres sufren de miopía, sus hijos podrán heredar ese problema), el confinamiento durante la pandemia lo aceleró.
“Tanto adultos como niños comenzaron a usar más celulares, computadoras y tabletas para recibir clases, asistir a charlas y realizar trabajos dentro de casa, en espacios cerrados, poco iluminados y muchas veces sin luz natural, la cual actúa como protectora para evitar la progresión de la miopía”, comentó a la agencia Andina.
La experta advirtió que la demanda de consultas para miopía está aumentando a partir de los 6 años porque el ojo está en crecimiento. “El uso excesivo de dispositivos móviles, incluso sin luz, está generando problemas en la población, y en particular, en los niños de 0 a 16 años, la miopía está aumentando debido a este uso excesivo”.
En ese sentido, recalcó que de 0 a 1 año no debe exponerse a los bebés a dispositivos móviles por ningún motivo, ya que estarán expuestos a una luz que afectará al nervio óptico. De 2 a 5 años, en tanto, la exposición a pantallas no debe superar una hora al día.
A partir de los 5 años, la exposición debe ser limitada a lo necesario, evitando en lo posible el uso de dispositivos a una distancia muy cercana, indicó.
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Factores de riesgo y recomendaciones
La doctora Díaz Zubiate explicó que la miopía se presenta con mayor frecuencia en niños, niñas y adolescentes que tienen padres miopes o antecedentes familiares, lo que hace que sea más prevalente y progresivo su aumento. Por ese motivo, se refuerza la necesidad de limitar el uso de dispositivos móviles.
Ante esta situación, recomendó a los progenitores con miopía acudir al oftalmólogo para que realice una evaluación temprana a su niño o niña, idealmente desde los primeros días o meses de vida, y continuar con las evaluaciones anuales.
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"De esta manera podemos identificar precozmente a los niños con tendencia a la progresión de la miopía o con enfermedades oculares asociadas y establecer terapias para prevenir el aumento de la miopía o el desarrollo de problemas de salud visual", indicó.
Según Díaz Zubiate, si no se trata adecuadamente la miopía, pueden haber complicaciones graves a futuro, como el desprendimiento de retina, problema que, en algunas situaciones, puede llevar a la ceguera.
Esta enfermedad se presenta cuando el paciente fue diagnosticado con miopía patológica (mayor a -5 dioptrías) y, al no evaluarse la vista periódicamente, continuó avanzando con el crecimiento del ojo y adelgazamiento de sus tejidos.
Luz natural puede evitar miopía
Otro riesgo significativo es leer a una distancia muy cercana, es decir, a menos de 20 centímetros y durante largos períodos. La lectura debe realizarse a una distancia mínima de 30 centímetros, y con el uso de dispositivos, debe ser a una distancia de al menos 40 centímetros de la pantalla.
Estudiar en un ambiente oscuro, sin luz natural durante el día, también contribuye a la progresión de la miopía. Es importante mantener las ventanas abiertas y permitir que los niños jueguen al aire libre en el parque, añadió.
“Los padres miopes deben exponer a sus hijos a la luz natural durante al menos dos horas diarias. La gente que pasa más tiempo al aire libre es mucho menos propensa a desarrollar miopía que la que permanece la mayor parte del día entre cuatro paredes”, precisó.
Lo que ocurre es que la luz que ingresa al interior del ojo y permite enfocar los objetos en la retina es convertida en impulsos eléctricos por el nervio óptico, el cual los envía al cerebro para que este los interprete y permita la visión. "Una buena iluminación contribuye a una mejor calidad visual", añadió la especialista del INO.
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