Un problema de salud ocular silencioso afecta a una gran parte de la población en Perú: el ojo seco. Según el Instituto Nacional de Oftalmología (INO), el 40 % de los peruanos sufre de esta afección, pero lo más alarmante es que muchos no son conscientes de su padecimiento.
Esta enfermedad, que afecta a millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por la falta de lágrimas suficientes para lubricar y nutrir el ojo. Sus síntomas que van desde la irritación, enrojecimiento, sensación de arenilla, hasta la visión borrosa, pueden afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.
El uso prolongado de pantallas digitales, el aire acondicionado, lentes de contacto, el maquillaje en pestañas, enfermedades autoinmunes o crónicas y la contaminación han contribuido a que esta condición se vuelva más común. El rango de esta enfermedad en los adultos mayores de 40 años oscila del 5 % al 50 %, pero puede llegar hasta el 75 %, siendo las mujeres las más afectadas.
"Algunos pacientes acuden al oftalmólogo cuando el problema ya es severo, y en muchos casos ya han probado tratamientos caseros que no han resultado efectivos. Además, la falta de información y la automedicación son problemas serios que complican el diagnóstico y el tratamiento adecuado", señaló Roberto Orihuela, director técnico de Laboratorios Lansier.
De acuerdo con investigaciones de la universidad de Guadalajara, aproximadamente el 70 % de la población mundial lo padece en algún grado. Menos de la mitad de los afectados busca atención médica, prefiriendo remedios caseros o ignorando los síntomas, lo que puede causar complicaciones más graves como infecciones o daños en la superficie ocular.
Orihuela señaló que el impacto del ojo seco va más allá de la incomodidad física, afectando el rendimiento laboral, la capacidad de concentración y, en última instancia, la calidad de vida. Por ello, el especialista recomendó lo siguiente:
1. Realizar pausas regulares de 20 minutos durante el uso de pantallas digitales para así descansar la vista.
2. Mantener una hidratación adecuada, bebiendo suficiente agua a lo largo del día.
3. Utilizar humidificadores en ambientes secos para mantener la humedad adecuada.
4. Evitar corrientes de aire directo en los ojos, como el aire acondicionado, ventiladores y calefacciones.
5. Usar lágrimas artificiales o colirios recomendados por un oftalmólogo para mantener la lubricación ocular.
6. Proteger los ojos del sol con gafas adecuadas para reducir la exposición a los rayos UV.
7. Realizar chequeos oculares regulares por lo menos una vez al año para detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud visual.
"La educación y concienciación sobre el ojo seco son fundamentales para abordar este problema. Campañas de salud pública y programas de prevención en escuelas y lugares de trabajo pueden ayudar a identificar y tratar esta condición a tiempo. Es crucial, asimismo, que los profesionales de la salud promuevan chequeos regulares y proporcionen información clara sobre cómo prevenir y manejar el ojo seco", finalizó.