Debido a la extraña malformación congénita con la que nació, el pequeño Isaac, de tan solo dos años de edad, superó con éxito 15 procedimientos quirúrgicos para reconstruirle el esófago, gracias a los profesionales del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña.
Por tal motivo, médicos, enfermeras y técnicas asistenciales del servicio de Cirugía Pediátrica del INSN-Breña prepararon una simbólica pero emotiva ceremonia de graduación al pequeño Isaac, quien recibió su ‘certificado de valentía’.
“El caso de Isaac fue especial debido a su bajo peso, 1 kilo 100 gramos, era prematuro y con una malformación, por eso tuvo que resolverse en etapas tal como está establecido”, detalló Fernando Durand Calvo, cirujano pediátrico.
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Además, debido a su condición prematura hizo otra complicación, denominada enterocolitis (perforación del intestino), pero gracias al tratamiento quirúrgico recibido, ahora ya tiene el esófago reconectado, la fístula cerrada y su problema intestinal resuelto.
¿Qué es la atresia de esófago?
Es una malformación de nacimiento, donde no hay continuidad entre la boca y el estómago, porque el esófago no ha desarrollado totalmente. En la mayoría de casos se acompaña de otra malformación que consiste en una conexión anormal del esófago con la tráquea, por eso el nombre completo es atresia de esófago con fístula traqueo esofágica.
Reconstrucción del esófago
En el caso de Isaac se ha reconstruido con su propio esófago. Primero se ubicó los dos extremos del esófago, como había fístula traqueo esofágica se cerró y luego se reconectó el esófago.
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Todo este proceso ocupó alrededor de 15 procedimientos quirúrgicos, incluidos los catéteres venosos centrales para alimentación.
“Ahora puede comer por la boca como cualquier niño normal, pero con la consejería permanente de los nutricionistas”, manifestó el especialista.
Por su parte, Luz Chávez Romero, jefa de enfermeras de Cirugía Pediátrica, mencionó que los menores con este diagnóstico requieren de cuidados especiales, como aspiración permanente, administración de la nutrición parenteral, preparación para los múltiples procesos quirúrgicos, cuidados de los catéteres venosos centrales, entre otros.
Finalmente, Mario Tabuchi Matsumoto, jefe del servicio de Cirugía General, resaltó la amplia experiencia de los cirujanos y preparación del equipo de enfermería, para lograr el éxito en el tratamiento integral de este tipo de patología compleja.
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“Se necesita un manejo multidisciplinario para conseguir buenos resultados, ahora Isaac se va de alta caminado y hasta corriendo. Es un niño muy alegre, corretea, juega y eso hace que todo el mundo trabaje con más ahínco, su recuperación es nuestro mejor agradecimiento”, acotó el especialista.
Ahora junto a su madre, el bebé regresará a Huancayo para alegría de su familia, pues desde que nació, debido a su delicado estado de salud, permaneció hospitalizado y alejado de sus seres queridos.
El INSN-Breña informó que uno de cada 1,000 recién nacidos en el Perú padece de atresia de esófago.
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