Con sangre fría, el cruel criminal de una madre y sus dos hijos narró como acabó con la vida de la humilde familia. El general Juan Mundaca, responsable de la Región Policial Lima Norte, relató con pesar los detalles del crimen, tras el doble interrogatorio sometido al acusado.
La noche del domingo la Policía de Huaral, en la región Lima, rodeó el lugar para iniciar las diligencias, luego que el principal sospechoso del crimen ingresara a una serie de contradicciones. El cuerpo de la madre de familia, junto a los de sus menores hijos, permanencia enterrado desde hace siete días al interior de la vivienda que la mujer compartía con su pareja.
Mundaca Montenegro reveló que el confeso asesino refirió que primero sepultó a la mujer en un pozo de cerca de dos metros de profundidad que acondicionó después de un día de excavación. Tras sepultar a la madre, arrojó treinta centímetros de tierra sobre el cadáver, para luego colocar los cuerpecitos de sus hijastros.
El desalmado sujeto identificado como Luis Ordinola Sotomayor (29 años) reveló que tenía permanentes discusiones con su pareja, y que el día del crimen compró cervezas en la bodega de la calle, bebió con su víctima y luego empleó otras pastillas para dormirla y luego atacarla a golpes. Lo más indignante fue conocer que los pequeños también fueron salvajemente golpeados para quitarles la vida.
La Policía, tras excavar por horas, recuperó uno por uno los cuerpos. El primero fue el de la pequeña.
Vecinos del lugar confirmaron que desde hace una semana no veían a la madre, y solo el sujeto a bordo de una moto llegaba temprano y salía por las noches, lo que indica a la Policía que el desalmado sujeto habría estado durmiendo con los cuerpos.
Se conoció también que el hermano de la víctima formalizó una denuncia en la Unidad de Criminalística de Huaral, tras siete días de no dar con el paradero de su familiar. El coronel Mundaca dijo que tras conocer el caso inicio con las diligencias de interrogatorio al desalmado sujeto, quien inicialmente refirió que fue abandonado por su pareja.
La lotizadora San Juan Bautista fue el escenario del horrendo crimen. Los pequeños, una niña de 6 y un niño de 4 años, fueron recordados con nostalgia por los vecinos, pues a su corta edad ayudaban a su madre en las tareas del hogar, según manifestaron.
Los pequeñitos estaban enterrados, en proceso de descomposición, en un pozo que el desalmado sujeto realizó dentro de la vivienda en construcción, sostuvo el alto mando policial durante el traslado del detenido a una carcel de la Unidad de Criminalistica. El desalmado sujeto evitó todo contacto con la prensa y no respondió ninguna interrogante más.
Familiares de la madre llegaron a la casa del horror para exigir la pena más severa para el sujeto, permaneciendo durante toda la tarde del lunes en los exteriores de la morgue de Huaral, para el retiro de los cuerpos.
La victimada madre, María Dominga Pérez Tarifeño (39), se ganaba la vida como comerciante ambulante de dulces y canchita por Chancay y Huaral.
Representantes del Ministerio Público formalizarán acusación en las próximas horas por el grave delito de feminicidio y el crimen con salvajismo de los dos pequeños.
El feminicida Luis Ordinola habría intentado apropiarse de la vivienda de propiedad de la hija mayor de la víctima, exigiendo que se le transfiera el terreno a su nombre, lo que habría desatado discusiones durante la semana pasada con el fatal desenlace que hoy conmueve a Huaral y al Norte Chico.
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(FIN) JRA /TMC
Publicado: 10/11/2025