La municipalidad distrital de Quinistaquillas (Moquegua) recibió la certificación al geositio “Depósitos piroclásticos de la erupción del volcán Huaynaputina del año 100 d. C. en Calicanto”, como uno de los 100 primeros lugares de patrimonio geológico del mundo, lista elaborada por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS) en Zumaia, España.
El documento fue entregado por el jefe del proyecto Huaynaputina, Jersy Mariño, en representación del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), al alcalde distrital de Quinistaquillas, Juan Escate Ramos, el pasado 5 de noviembre.
Fue durante la segunda excursión geoturística denominada “
Ruta del Huayruro: pueblos sepultados por la erupción del volcán Huaynaputina”. Asimismo, resaltó los trabajos que ejecuta la entidad técnico-científica en cooperación con instituciones francesas desde el 2015.
Enterada de la distinción, Mariana Jácome, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Volcanología (Alvo), reafirmó su compromiso y apoyo para el desarrollo del geositio. Del mismo modo, la autoridad moqueguana agradeció que el Ingemmet haya propuesto al geositio como un lugar geológico mundial, el cual permite que sea reconocido y visible para generar desarrollo en el distrito de Quinistaquillas.
La comunidad geocientífica internacional identifica a los geositios como lugares de alto valor científico, educativo y escénico, donde se pueden observar importantes procesos geológicos que permiten conocer la historia y evolución de nuestro planeta.
Por otro lado, la erupción del
volcán Huaynaputina es considerada una de las cinco mayores emisiones volcánicas que han ocurrido en el planeta en los últimos 2,000 años.
Además, los últimos reportes indican que la altura de su columna eruptiva fue de 3 km, así como el tiempo de la erupción habría sido de 5 a 19 horas, con un índice de explosividad volcánica (IEV) de 6 en una escala de 0 a 8.
Algunos cronistas señalaron que en 1600 Calicanto y más de 20 pueblos quedaron sepultados por la ceniza, al menos 1,500 personas fallecieron por los estragos del volcán. Un año después se registraron terremotos que originaron el descenso de la temperatura, cuya consecuencia se vio reflejado en el hemisferio norte del planeta.