Entre las razas de canes existentes en el planeta destaca el perro sin pelo, una raza oriunda del Perú, reconocida como tal en 1985 por la Federación Cinológica Internacional (FCI), la organización de Kennel Clubes más grande del mundo, y fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2001. Hoy este ejemplar celebra su día.
La presencia del perro sin pelo en la historia del Perú se remonta a tiempos ancestrales. Según el Kennel Club Peruano, el perro sin pelo del Perú, conocido como “viringo” por su particular desnudez, es un perro de compañía que fue objeto de natural curiosidad por los peruanos de distintas épocas, debido no solo a su peculiar fisonomía sino también porque se le atribuyen propiedades terapéuticas.
En tiempos prehispánicos, el perro sin pelo fue representado en la cerámica de distintas culturas como Vicús, Mochica, Chimú y, sobre todo, Chancay, en las cuales este can aparece como personaje central sustituyendo a otros animales que eran habitualmente protagonistas, como el puma, la serpiente o el halcón.
Características
El perro sin pelo es un ejemplar esbelto y elegante, cuyo aspecto expresa velocidad, fuerza y armonía sin parecer tosco. Su cráneo visto desde la parte superior es ancho afilándose hacia la nariz. Los arcos superciliares son medianamente desarrollados. La cresta occipital es poco marcada.
En tanto, su hocico, visto de perfil, mantiene una línea recta. Sus ojos tienen una expresión atenta e inteligente, siendo de tamaño mediano, de forma ligeramente almendrada, ni hundidos ni saltones, con una ubicación normal y regular, es decir, ni muy cercanos ni muy alejados. El color de los ojos podrá variar desde el negro, pasando por el castaño oscuro y en tonos descendentes hasta el amarillo.
Las orejas son erectas en atención, mientras que en reposo se encuentran pegadas hacia atrás. Las orejas son medianamente largas, anchas en la base y angostándose gradualmente para terminar casi en punta.
El cuello tiene, aproximadamente, el mismo largo que la cabeza, con apariencia de un cono trunco, flexible y de buena musculatura. Su piel es fina, lisa y elástica. Íntimamente adherida al tejido subcutáneo y sin papada. La cola es de inserción baja, de buen grosor en el arranque, afilándose hacia la punta.
Las extremidades anteriores están bien unidas al tronco que, vistas desde adelante, serán perfectamente aplomadas, no sobresaliendo los codos. Por su parte, las extremidades posteriores serán similares.
Existen tres tipos de tamaños para machos y hembras: pequeño (de 25 a 40 centímetros); mediano (de 41 a 50 centímetros) y grande (de 51 a 65 centímetros). Por su parte, el peso está en relación con los tres tamaños para los machos y para las hembras: pequeño (de 4 a 8 kilogramos), mediano (de 8 a 12 kilogramos) y grande (de 12 a 30 kilogramos).
La piel del perro sin pelo es lisa y elástica en toda su superficie corporal, pudiendo formar ciertas líneas circundantes y casi concéntricas sobre la cabeza, alrededor de los ojos y de las mejillas en la variedad desnuda. Está comprobado que la temperatura interna y externa o dérmica, es exactamente igual a las otras razas. La ausencia de manto nos da por resultado una emanación de calor totalmente directa a diferencia de los ejemplares con pelos, en la que el calor se disipa a través de ellos por ventilación natural.
En tanto, el color de la piel en la variedad desnuda podrá ser negro, negro pizarra, negro elefante, negro azulado, toda la gama de grises, bronce, cobre, marrón oscuro en gradiente hasta el rubio claro. Todos estos colores pueden ser uniformes o presentar despigmentación en cualquier parte del cuerpo, de preferencia en el pecho, patas y cola.
Variedades
Existen dos variedades de perro sin pelo. La desnuda, cuya característica principal es la ausencia de pelo en el cuerpo, y la variedad con pelo, recubierta con una capa que la cubre íntegramente.
La variedad desnuda tiene entre una de sus particularidades la dentadura generalmente incompleta, asociada al factor ligado con su alopecia congénita. En la variedad con pelo, la dentición debe ser completa con dientes de desarrollo y posición normal.
Reconocimiento internacional
El perro sin pelo fue reconocida oficialmente como una nueva raza, oriunda del Perú, el 12 de junio de 1985, durante la Asamblea Ordinaria de la Federación Cinológica Internacional (FCI), realizada en la ciudad de Ámsterdam.
En su inscripción como una nueva raza bajo el nombre de Perro sin Pelo del Perú se le asignó el número 310 de la nomenclatura. Este reconocimiento fue posible gracias a la iniciativa del cinólogo (estudioso de los perros domésticos) Ermanno Maniero, quien elaboró el primer estándar de esta raza.
Patrimonio de la Nación
El 22 de octubre de 2001, el Ministerio de Cultura oficializó la declaratoria que reconoce al perro sin pelo peruano como Patrimonio Cultural de la Nación.
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