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Un año de pandemia: "Hay que cuidarse del virus, pero no tenerle miedo"

Recomienda Oscar Caballero, el paciente 'cero' de Chimbote a un año de la llegada de la enfermedad al Perú

Óscar Caballero, el llamado paciente cero de Áncash. Fue el primer caso confirmado de coronavirus (covid-19) de esa región. Venció a la enfermedad y recomienda a la población tomar todas las medidas de prevención. ANDINA/Difusión

Óscar Caballero, el llamado paciente cero de Áncash. Fue el primer caso confirmado de coronavirus (covid-19) de esa región. Venció a la enfermedad y recomienda a la población tomar todas las medidas de prevención. ANDINA/Difusión

18:00 | Chimbote, mar. 16.

Primeros días de marzo de 2020, tras seis meses en Italia, Óscar Caballero Villanueva jamás imaginó que, al tan anhelado retorno a su natal Áncash, significaría un capítulo que marcaría su vida para siempre. Él es el paciente cero de la covid-19 de esta región, una de las más golpeadas por la pandemia y hoy, un año después de desatada la emergencia sanitaria nos da su testimonio.

De 45 años, y padre de 4 hijos. Residente en el distrito de Nuevo Chimbote, dedicado a la empresa familiar de conchas de abanico y la agricultura; casi 365 días después del calvario que le tocó vivir, aún tiene algunas secuelas – aunque leves – de la enfermedad que tiene en vilo al mundo entero.

“Hasta ahora no puedo tomar bebidas heladas, si lo hago, vuelve la tos. Y por momentos hay algo de agitación, no es extrema, pero sí presenta”, cuenta a la Agencia Andina.


Esta es la segunda vez que Andina conversa con Óscar. La primera vez fue en abril de 2020, en aquella oportunidad, la tos se hacía presente en medio de cada declaración que nos brindada, hoy no es así.

El contagio


Óscar Caballero fue al país del viejo continente, como muchos otros peruanos en busca de mejorar su calidad de vida a través del trabajo. En medio de esa aventura se topó con la covid-19 que puso en jaque sus planes.

Ahora, con mucha más calma, el chimbotano ha llegado a la conclusión de que se contagió en Italia, aunque no se explica cómo, ya que en la vivienda donde residía junto con un tío, ellos acataban la cuarentena decretada en ese país.


“Cuando salí positivo me comuniqué con mi tío con quien vivía en Italia para hacérselo saber, él se sacó una prueba y arrojó que también había tenido la enfermedad, pero nunca tuvo síntomas, quizá ahí me contagié”, menciona.

Paciente cero


Aunque no le molesta que le digan que es el paciente cero, Óscar cree que lo más probable es que la covid-19 ya haya estado circulando en Chimbote desde antes. “Solo que yo fui el primero en detectarlo con una prueba de laboratorio”, afirma.

Cuando retornó a Chimbote no tenía síntomas. Se hizo la prueba molecular porque había estado en un país que en ese tiempo estaba rebasado por la pandemia. Por insistencia, logró que le hagan el hisopado en el hospital La Caleta, cuando le dijeron que los resultados llegaban en cuatro o tres días decidió aislarse.

En su casa del distrito de Nuevo Chimbote donde vivían otras siete personas, Óscar se aisló voluntariamente en una de las habitaciones. Había decididos salir solo si los resultados daban negativo. En total él guardó casi un mes y medio de cuarentena, pese a que tres semanas después de su diagnóstico, una segunda prueba confirmó que ya no tenía el virus.


“Cuando me dijeron que era positivo, lo primero que pensé fue en mi familia, mis hijos, me daba miedo, sí, porque era una enfermedad desconocida, pero no dejé que el miedo me gane”, subraya.

Desde su habitación y a través del teléfono, Óscar seguía comandando el barco. La covid ya había ingresado a casa, pero no era momento de dejar que el temor también lo haga. Rápidamente dio instrucciones de los protocolos que deberían seguir los suyos para no contagiarse. De 7 personas solo su hijo, un adolescente adquirió la enfermedad, pero fue asintomático.

De ahí que las autoridades de la Diresa destacaron la puesta en marcha rápida de protocolos en la familia Caballero y así evitar que más personas en esa vivienda se contagien.

“Cuando vinieron a sacarnos las pruebas a toda la familia, se quedaron sorprendidas que no haya ha habido un contagio más masivo. Nos preguntaron y les dijimos que habíamos puesto en marcha tal y cual protocolo y nos felicitaron”, relata.

Además de las visitas del personal de salud, a Óscar le ayudó mucho la ayuda que recibió de los psicólogos del centro de salud mental de La Palmas, San Luis.

Protocolos


Óscar no ha vuelto a reinfectarse y tampoco sus familiares han adquirido la enfermedad. Pero eso no los hace confiarse, los protocolos en casas siguen cumpliéndose estrictamente.

“Cuando alguien sale de casa, se desinfecta antes de ingresar, de frente va a la ducha y la ropa que llevó puesta a la lavadora. Las mascarillas bien puestas cubriendo la cara y la nariz. No vamos a lugares donde haya aglomeración de personas. A los bancos vamos por necesidad, pero mapeamos qué horarios son los menos concurridos”, comenta.

El chimbotano cree que el virus aún tiene para un buen tiempo entre nosotros. Sin embargo, señala que lo peor que podemos hacer los peruanos en este momento es sentir miedo.

“Hay que cuidarse del virus, pero no tenerle miedo. Eso siempre le digo a mi familia y creo que ese debe ser el mensaje para todos los peruanos, que tomemos medidas, pero sin miedo”, subraya.

Al igual que muchos, Óscar ha visto partir a familiares y amigos a causa de la covid-19, pero, mantiene el optimismo en que pronto todo será mejor. “Esta enfermedad nos llevo al aislamiento, yo soy una persona muy sociable, y tuvo que cambiarlo por la virtualidad, muchos han perdido amigos, familia y trabajo, pero si algo rescato es que hay nuevos hábitos que hemos adquirido y que no deben perderse aun cuando todo esto termine”, enfatiza.

Vacuna


Después de vivir en carne propia la fiebre, el malestar de cuerpo, el cansancio, la tos y la agitación que provoca esta enfermedad; Oscar espera con ansias que él y los suyos sean vacunados contra la covid para que no les toque vivir esta experiencia.

Él invocó a la población a creer en la ciencia y colaborar con el proceso de vacunación que ha puesto en marcha el Gobierno, para ponerle fin a esta pandemia.

Un año después


El primer caso de covid-19 en Áncash fue confirmado por la Diresa al mediodía día del domingo 15 de marzo de 2020. Desde ese día la pandemia le cambió la vida a todos los ancashinos. Solo horas más tarde el Gobierno decretó la inmovilización social.

Se han perdido muchas vidas, pero también se han festejado las altas médicas y reencuentros de familias. Hoy Áncash, al igual que todo el Perú sigue en la batalla contra este enemigo invisible. Las oraciones de todos los ancashinos y peruanos siguen elevándose a favor de que esto acabe pronto.

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(FIN) GHD/MAO

Publicado: 16/3/2021