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Julio Kuroiwa: revive última entrevista sobre su libro publicado por Editora Perú [video]

Sismólogo falleció anoche a las 21.40 horas

ANDINA/Melina Mejía

08:17 | Lima, jul 10.

Por Karina Garay

Aún no es 28 de julio, pero Julio Kuroiwa tiene un regalo para el país. Específicamente para su población con menores recursos económicos y menor educación. Hablamos de su libro 'Gestión del riesgo de desastres en el siglo XXI, protegiendo y viviendo en armonía con la naturaleza', una publicación de más de 500 páginas que resume el trabajo de su vida profesional, pero presentado en un lenguaje sencillo para que lo entiendan todos, no solo los ingenieros geólogos, sino también las autoridades. Vea aquí la galería fotográfica

Julio Kuroiwa no necesita grandes presentaciones. Es una institución en el Perú. En la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), donde se formó como ingeniero civil, es uno de sus profesores más emblemáticos. Fue asesor de más de 200 tesistas, entre ellos el presidente de la República, Martín Vizcarra, quien considera que la nueva publicación “permitirá fortalecer las capacidades de la población, evitando pérdidas humanas y materiales”.  

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En el prólogo del libro, Sadayuki Tsuchiya, embajador extraordinario y plenipotenciario del Japón en el Perú, lo llama cálidamente “bondadoso científico”. Kuroiwa ha recibido innumerables premios durante sus 60 años de carrera profesional.

En el Perú, todos lo conocen como el principal investigador en temas de sismos y tsunamis, cuyo rostro solía aparecer inmediatamente en televisión después de que la tierra temblaba.

Siempre enseñando


A sus 83 años, no pierde las ganas de educar a la población, sobre todo con miras al bicentenario del país. Su reciente libro es el último intento de llegar a las masas de manera ágil para explicar de qué se trata la gestión del riesgo y, de pasada, aprender a gestionar el miedo que despiertan los desastres, sobre todo los sismos.

Kuroiwa

Tener un plan y mantener la calma es el mantra que aconseja a todo aquel que le pide asesoría. “Uno entra en pánico porque no sabe qué hacer. Si hay un plan, hay un doble efecto: salvo la vida y no entro en pánico. Mi recomendación sería hacer una rutina, durante dos o tres semanas, para que todos sepan qué es lo que deben hacer y cómo actuar dependiendo del lugar donde se encuentren”, refirió.  

En caso de que el sismo o el terremoto ocurra cuando uno se encuentra en el centro de la ciudad, pidió evitar apoyarse o acercarse a ventanales porque podrían convertirse en una lluvia de vidrios. “Uno siempre debe analizar dónde se encuentra y saber qué tiene que hacer ante lo que le ocurre”.

El experto recomienda participar en los simulacros que se realizan en el país, pero siempre de manera seria.

“En Japón, los simulacros son supervisados por autoridades. Sin embargo, aquí todavía son tomados a la broma; eso sucede porque muchos menores de 50 años no han vivido un terremoto. El presidente Vizcarra supervisó algunos ejercicios de este tipo en el Callao, y esa es una buena señal de la importancia que se le da al tema.”    

Kuroiwa

Cuestión de suelos


Sentado en la pequeña biblioteca de su casa, decorada con innumerables reconocimientos a su tarea como divulgador científico, Kuroiwa explica que con este nuevo libro se busca entrenar a la población para que responda con prontitud y conocimientos ante un sismo, un terremoto, una inundación y otros desastres, para salvar “su vida, su casa y la infraestructura del país”.

Recordó que entre 1998 y el 2016 se han elaborado 175 mapas de peligro múltiple para las 75 ciudades más importantes del país, a fin de saber dónde construir y dónde no hacerlo. El suelo es uno de los aspectos primordiales para reducir o incrementar el riesgo de desastre.

La mayor parte de Lima está sobre buen suelo, afirma, el problema es el alto porcentaje de autoconstrucción y no siempre con estándares de seguridad.

“El libro ofrece una visión global de lo que significa la gestión de desastres. Todos los peruanos tenemos que estar inmersos en la gestión del riesgo, de tal manera que, ocurrido un terremoto, como el de Loreto, los daños sean resueltos rápidamente y a bajo costo”. 

Después del gran terremoto de Japón del 2011, el Gobierno de ese país y el Banco Mundial llegaron a la conclusión de que la mejor manera de reducir los riesgos era comprender cómo suceden. “El Perú ha hecho una contribución internacional en ese sentido. Antes se hablaba de reducción del riesgo y ahora se habla de gestión del riesgo, lo cual ya incluye el peligro”, dijo.

Estar capacitados

Kuroiwa sueña con una población peruana con un conocimiento elevado sobre estos temas gracias al libro que le regalará al país, tanto como el demostrado por los chilenos durante el terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter en el 2010, cuando se salvaron muchísimas vidas gracias a la educación que habían recibido al respecto y que pusieron en práctica aquella madrugada del 27 de febrero.

"La alarma la tenían en la cabeza, y eso debemos aprenderlo. No importa dónde nos encontremos, hay que estar capacitados para reaccionar con prontitud y conocimiento ante este tipo de eventos. Pese a que la alarma falló en ese país, la población evacuó la zona porque sabía cómo identificar la magnitud del terremoto. Este libro es una contribución en este sentido y espero que llegue a todos los rincones y a la gente más necesitada del país, que podría perderlo todo”, anotó entusiasmado. 

Más sobre el libro

El libro 'Gestión del riesgo de desastres en el siglo XXI, protegiendo y viviendo en armonía con la naturaleza', con más de 500 páginas, está dividido en siete capítulos. 

En ellos se puede encontrar información sobre la gestión de riesgo de desastres, el programa de ciudades resilientes, desastres de origen geológico, desastres de origen climático, desastres de origen geológico y desastres de origen tecnológico y medio ambiente. 

Hay muchos aprendizajes aquí. La mejor alarma para proteger vidas humanas es la información. Este libro los capacitará sobre la importancia del suelo en el que construyen colegios, hospitales. La necesidad de preocuparse por asegurar el agua durante un desastre porque es lo que más faltará”, indicó.  

Comentó que buscará por todos los medios que el país tenga ciudades resilientes. 

“El término proviene de la física. Si tenemos un resorte de acero y lo comprimimos, este se reduce, pero apenas le quitamos la fuerza que lo comprime, recupera su capacidad. Esto se aplica a las ciudades que tras un sismo pueden recuperarse rápidamente gracias a la capacitación de su población”, explicó.

[Nota publicada originalmente el 31 de mayo del 2019]

(FIN) KGR/DOP

Video: Julio Kuroiwa: La última entrevista que dio a Andina
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Publicado: 10/7/2019