El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró levemente su perspectiva de crecimiento de la economía peruana de 2.8% a 2.9% del Producto Bruto Interno (PBI) para el presente año, lo que le mantiene por encima del promedio de América del Sur, que se sitúa en el 2.7%.
La nueva perspectiva del FMI mantiene una desaceleración en la expansión de la economía peruana después de que en el 2024 registrara un incremento del 3.3%.
Algunos economistas consideran que el ritmo de crecimiento del país debería ser superior dentro del nuevo ciclo de precios altos de los minerales, especialmente del cobre, del que Perú es el segundo productor mundial, y del oro.
Respecto a la inflación, el FMI proyectó un 1.7 % para el 2025, muy por debajo del promedio sudamericano del 9.8%, en un momento donde la cotización del sol peruano está en su mejor momento de la última década al registrar en la última hasta 3.42 soles por dólar.
El informe del FMI fue elaborado antes de que se registrase la última crisis política en Perú que condujo a la destitución de la presidenta Dina Boluarte por parte del Congreso y a la ascensión al sillón presidencial del presidente de Legislativo, José Jerí, para formar un Gobierno de transición hasta las nuevas elecciones que ya estaban convocadas para el 2026.