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San Marcos: conoce las claves de éxito para ingresar a la facultad de medicina

Pierina Gonzáles se preparó durante 2 años para lograr esta ansiada meta

Pierina Gonzales, la postulante que ocupó el primer puesto en Medicina General en Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Foto: ANDINA

Pierina Gonzales, la postulante que ocupó el primer puesto en Medicina General en Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Foto: ANDINA

13:29 | Lima, dic. 10.

Por Karina Garay Rojas

Ingresar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es un logro que muchos ansían y pocos alcanzan. Mañana, 11 de diciembre, se realizará un nuevo proceso de admisión para la carrera de medicina en dicha casa de estudios, la más demandada históricamente. Conoce a continuación las claves de éxito de Pierina Gonzáles, la joven que ocupó el primer lugar de medicina, en la primera convocatoria académica, realizada en abril de este año.


La joven, original de Casma, provincia de Ancash, se preparó durante dos años antes de convertirse en una nueva estudiante de la decana de América. Estas fueron las claves que la llevaron al éxito. 


- Planificación. Siempre tuvo una agenda en la cual planificar sus horarios de estudio y su día en general. 

“Allí ponía los cursos a repasar y en qué momento. Siempre busqué dinamizar el estudio, porque es importante dosificar la energía. Creo que cuando uno estudia debe hacerlo a gusto y no verlo como una prisión”, manifestó en entrevista con la agencia Andina.


Sus tiempos de estudio eran cortos, pero intensos. Comentó que mientras algunos expertos sugieren estudiar lapsos de media hora y de allí tomarse 10 minutos para el descanso, Pierina prefería estudiar tres horas seguidas y luego tomarse 20 minutos de descanso para comer alguna fruta o hacer algo distinto. 


- Control de aprendizaje. “Soy más de las personas que anoto un pequeño resumen de la clase. Trato de leer y entender ese resumen, es una estrategia de repaso activo. Esto ya lo hacía desde que estaba en quinto de secundaria”. 
Con este método hay que explicar lo aprendido a alguien más o hacerlo de forma solitaria, pero de forma hablada. 

“Yo empleo mis propias palabras para que se me quede mejor. Los resúmenes y exposiciones me las hacía a mí misma, porque mi hermana tiene 9 años y mis padres trabajan. Me explayaba bastante, hasta que me sintiera cómoda con lo explicado. Me gustaba estudiar así y es lo que me ha dado mayor motivación”. 


- Evaluaciones constantes. La joven recuerda que los sábados y domingos eran días de simulacros. 

“Me medía el tiempo. Tenía una estrategia para comenzar y desarrollar el examen. Comenzaba por razonamiento verbal, después me iba por los cursos que me gustan más, como biología, química, física. Razonamiento matemático es lo que me tomaba más tiempo, luego hacía letras y dejaba matemáticas para el último”. 

Cabe indicar que Pierina destacaba en el curso de matemáticas desde que estaba en el colegio, donde perteneció a diversos grupos de estudio y ganó varios concursos. 


- Hacer actividad física. “Me levantaba muy temprano, a eso de las 4 am, para hacer estiramientos. Trataba de tener mi cuerpo activo, hacía ejercicios de cardio cada vez que podía”.

Detalla que, además, siempre encontraba algún tiempo pequeño para ayudar a sus padres y abuelos en algunas labores de la casa. 

- Mucha agua y alimentación sana. Un psicólogo que la asesoró durante su preparación, le indicó que beber agua en gran cantidad y una alimentación sana eran esenciales para estudiar mejor.

“Mi abuelita me apoyó en eso. En mis descansos me daba una ensalada de frutas, avena, quinua, maca. Fue una alimentación balanceada, no en grandes cantidades, solo lo prudente”.

Las cuatro veces que postuló a San Marcos tomó el mismo desayuno: una porción de avena, una manzana, un plátano y dos huevos. “No soy muy devota del pan y me mantenía muy bien ese desayuno”.


- Orden y limpieza. “Mis horarios de estudio estaban planificados hasta sábados. Los domingos prefería dormir hasta las 6 am, luego seguía ordenar mi habitación, limpiarla, ventilarla hasta las 7 a.m. Luego iba a misa y después a tomar desayuno con mi familia”. 

Tener el ambiente ordenado y limpio le ayudaba a tener todos sus materiales de aprendizaje en orden y a la mano.  

- Fortalecer la voluntad. Pierina comenta que había días en los que se levantaba cansada, incluso sin ganas de estudiar. 

“Ponía varias alarmas y a veces me pasaba. En mi caso, mi fortaleza fue el apoyo de mi familia. Mi sueño era entrar a San Marcos y cuando empezaba a flaquear, yo misma decía no. Me ponía a pensar en todo lo que había luchado y dejado de lado por un momento de flaqueza. Me decía a mí misma no vale la pena”. 



Sugirió que si algún estudiante se siente muy abrumado por el intenso proceso de estudio debería tomar un descanso para reconfortarse y luego retomar el estudio fuerte.

- Metas realistas. Para la joven es vital que los estudiantes se pongan metas realistas para ingresar a la universidad de sus sueños. 

“Si bien hay que ir con mente positiva, no es bueno pensar que todo se va a lograr rápido, porque no es así. Hay que buscar un referente que te ayude a motivarte, a tener una realización propia, no por dinero o reconocimiento, y no olvidar que esto podría tomar más tiempo del imaginado. De lo contrario vendrá la frustración”.


- No compararse. “En ocasiones muchos jóvenes se comparan con sus amigos, quienes ya lograron entrar a la universidad o están en ciclos avanzados, mientras ellos siguen siendo postulantes. Hay que tener mucha paciencia. Si hay apoyo, debemos seguir intentando, pero también hay que saber cuándo dejar ir el sueño de la universidad”. 

Para ella es primordial entregarlo todo cuando se postula, pero si después de varios intentos no se logra el objetivo, hay que quedarse con la vocación que se tenga y buscar otra institución donde desarrollarla. 

“No debemos vivir frustrados, pensando no lo logré. Puede sonar duro, pero creo que es una salida que no debemos descartar, porque podemos tener incluso problemas mentales. Conozco personas que después de haber postulado varias veces se han cortado las venas, han intentado envenenarse. Hay que entender que entrar a una universidad no es una ley de vida. Si no lo logramos, hay que sustituir ese sueño, de lo contrario olvidarlo por bienestar mental”. 

- Consejo para padres. Pierina destaca que sus padres nunca la obligaban a estudiar, ya que la meta de ingresar a medicina era suya, pero afirma que sin su apoyo no lo habría logrado. Ellos solventaron sus estudios en una academia preuniversitaria gracias a diversos préstamos, sin embargo, acordaron con ella que solo podrían apoyarla con cuatro postulaciones a San Marcos y lo cumplieron.   


“En ocasiones, para algunos padres es fácil decir sí vas a ingresar, pero no están en la piel de los jóvenes. Hay que ser más empáticos con ellos, comprender que están dejando de lado muchas cosas por sacrificarse por una meta, darles mayor respaldo”.

Pidió a los jóvenes reconocer su valía, sobre todo aquellos que no cuentan con mucho apoyo y se pagan todo ellos mismos. Para ella es de valientes postular, no ingresar, sobreponerse y seguir enfocado en la meta, pero como todo en la vida, sostuvo, hay límites para cada sueño.   

(*) Nota originalmente publicada el 4 de mayo del 2022

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Publicado: 10/12/2022