Luego de un breve paso por la medicina, estudió ingeniería industrial en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), pero en el octavo ciclo dejó la carrera para seguir su sueño: estudiar ingeniería mecánica, aunque su familia no estuviera de acuerdo.
Para complementar la teoría con la práctica estudió mecánica automotriz en SENATI, luego logró su primera maestría en ingeniería automotriz en el Tecnológico de Monterrey, en México; hasta que concluyó con éxito su segunda y tercera maestría. Actualmente está a punto de terminar su primer doctorado.
Con el mismo esfuerzo que le puso a los estudios, también se encargó de derivar obstáculos muy pesados como el machismo. Todavía recuerda las entrevistas de trabajo a las que se presentó y fue rechazada por ser mujer.
“Me decían: nosotros no contratamos mujeres, solo te quería conocer. Fue muy duro y así fue en varias empresas", comenta la inventora. También fue duro para Manzanares cuando le decían "ingeniero" a su jefe, aunque éste fuera el gerente, y a ella no le decían ingeniera porque para ellos era solo "la señorita que tomaba solo los apuntes”.
Fue así que -cansada de los malos tratos- decidió apostar por la investigación desde la universidad, promoviendo el talento y el aporte de los jóvenes estudiantes.
Desde el 2017 trabaja como docente investigadora en la Universidad Peruana del Norte (UPN) -la cual ocupa el primer lugar en el
ránking de universidades con 48 solicitudes de patentes presentadas en el 2021-, lidera el Grupo de Investigación (Giadips) y actualmente es la jefa de investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño.
“Para tener esas 25 patentes registradas hemos pasado muchas noches sin dormir, es como tener 25 chips de diferentes proyectos. Estos logros se comparten con los alumnos, porque sin ellos yo no estaría aquí. Es el trabajo de todos”, señala a la agencia Andina, Ruth Manzanares Grados.
Recuerda que fue en una clase de diseño industrial donde todo empezó. Los alumnos diseñaban sus productos y brindaban una solución, pero no se registraba. ¿Por qué no hacerlo?, se preguntó Ruth y así nació la cultura de patentar, de registrar y proteger su invención.
Uno de los primeros proyectos fue Titanum,
un lapicero orgánico cuya cubierta está hecha con material de cáscara de pacay. Hace dos años, este invento obtuvo el segundo lugar en la Exhibición Internacional de Inventos de Corea del Sur (KIWIE 2020).
Otro importante proyecto -que tiene la primera patente internacional PCT en UPN- es el
Steam Nurse: un casillero electrónico diseñado para la disminución de la contaminación cruzada que existente en los camerinos de los centros de salud.
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Científica peruana premiada estudia anticuerpos de pacientes asintomáticos con malaria“Steam Nurse lo creamos en plena pandemia. Entrevistamos a enfermeras peruanas, españolas e italianas, por eso es que no solo brinda una solución para el Perú, sino también a nivel internacional. Eso vieron muchas empresas y de inmediato decidimos patentarlo internacionalmente”, explica Manzanares.
Entre las patentes más destacadas se encuentran los proyectos de
Maqui Clean, Pacuy, Pama, Sosmo, entre otros, que fueron presentadas en la Exposición Internacional de Inventos de Mujeres de Corea del Sur - KIWIE 2021, certamen en el que recibieron medallas de Oro, Plata y Bronce.
“Agradecemos el apoyo que nos da la UPN, a veces uno puede tener muchas iniciativas pero si la universidad no apoya a los docentes y alumnos y si no cree en los proyectos, estos resultados no se podrían dar”, enfatiza.
¿Cómo patentar una invención?
En el Perú todavía se piensa que lograr una patente es muy difícil, pero actualmente Indecopi a través de su programa Patenta brinda una serie de facilidades a las empresas, universidades y personas naturales para el registro de sus invenciones.
Por experiencia, la investigadora Manzanares, explica que puede resultar hasta sencillo si es que se hace ordenadamente y siguiendo las indicaciones.
“Uno presenta un documento técnico donde explica su proyecto, por qué lo hizo, las características, se tiene que describir y muy importante detallar los problemas que va a solucionar con el invento,” indica.
Triunfo en competencia de la NASA
Ruth Manzanares también es fundadora del Proyecto DEIMOS, grupo multidisciplinario de estudiantes y docentes que trabajan en el diseño, fabricación y puesta a prueba de vehículos especiales. Junto a estudiantes de la PUCP participó en diversos concursos internacionales como el NASA Human Exploration Rover Challenge en el 2018 obteniendo el premio Jesco von Puttkamer para el vehículo con el mejor tiempo.
“Llevamos el vehículo a la competencia de la NASA en la maleta, nos dividimos entre dos personas y llevamos una pequeña caja de herramientas. A pesar de nuestras desventajas superamos a países como Alemania, Estados Unidos, México, entre otros que también participaron,” comenta Manzanares.
Precisamente, esa competencia sirvió para demostrar que sí se pueden lograr grandes cosas en equipo-como dice la inventora peruana- solo hay que atreverse y arriesgarse.
Con este proyecto DEIMOS también desarrolló junto a su equipo la primera silla de ruedas de tenis para alta competencias de aluminio para personas con problemas en los miembros inferiores.
Finalmente, hace un llamado a las jóvenes que buscan iniciar su camino en las ciencias y la invención.
“Tenemos una tarea bastante fuerte, ahora nosotros tenemos que apurar el paso para llegar al mismo nivel que los científicos e inventores. En Perú hay mucha creatividad y debemos aprovecharla sea hombre o mujer. El trabajo que uno ha hecho es un peldaño para las demás, eso es lo importante que dejemos huella así. Vengan más y sigamos avanzando todas”, concluye.
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