Roger Waters presentará mítico disco de Pink Floyd en Lima el lunes 12

09:03 |

Por Giancarlo Stagnaro
Lima, mar. 10 (ANDINA)-
Del espacio exterior al espacio interior. Con esta frase resumiríamos la carrera de una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos: Pink Floyd. En esa ruta cíclica, la figura de Roger Waters como bajista y líder del grupo tras la partida de Syd Barrett es determinante. Por Giancarlo Stagnaro
Lima, mar. 10 (ANDINA).-
Del espacio exterior al espacio interior. Con esta frase resumiríamos la carrera de una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos: Pink Floyd. En esa ruta cíclica, la figura de Roger Waters como bajista y líder del grupo tras la partida de Syd Barrett es determinante.

La era Barrett (1965-1968) formó parte de la movida psicodélica de esos años. Si bien definió el sonido inicial del grupo (el space rock), el abuso de drogas hizo que Barrett comenzara también su progresivo alejamiento del rock y de la razón.

A mediados de la década de 1970, Pink Floyd se embarcó en dos discos importantes que marcarían un hito en la historia del rock: The Dark Side of the Moon (1973) y Wish You Were Here (1975), ambos cantos de sirena de la psicodelia hasta entonces vigente.

Waters, David Gilmour (guitarra), Nick Mason (batería) y Robin Wright (teclados) limpiaron el sonido del grupo. Los experimentos se usaron con mayor criterio (igual que en “Money”) y las letras empezaron a tratar temas más terrenales, como una serie de miradas desencantadas a la sociedad de consumo.

En forma paradójica, el éxito de este disco convirtió a los músicos de Pink Floyd en superestrellas del rock. En paralelo, Waters asumió el control creativo de la banda. De él surgieron, por ejemplo, los animales flotantes de Animals (1976), como el cerdo volador que acompaña a Waters en las giras que realiza alrededor del mundo, o los martillos caminantes de The Wall (1979).

Auge y separación
El mundo personal de Waters, sus dudas, miedos y frustraciones resultan patentes tanto en este disco como en la película del mismo nombre (de 1982 y dirigida por Alan Parker). La pérdida del padre en la Segunda Guerra Mundial, la soledad autodestructiva que produce el rock y una crítica a la política constituyen puntos centrales de la visión de Waters frente al mundo.

The Final Cut (1985) señalaría el punto final de Waters al frente de Pink Floyd, no sin antes embarcarse en una serie de proyectos y conciertos (como el memorable en Berlín tras la caída del muro). Pink Floyd siguió su camino, con Gilmour al frente. Ambos continúan en activo y los seguidores se esperanzaron cuando aparecieron en el concierto de Live 8, en julio de 2005.

Dos años después, a los 63 años de edad y con nueve discos como solista, Roger Waters sigue de gira. Tras dos presentaciones en México y otra en Colombia, uno de los más talentosos músicos contemporáneos arriba a Lima con un espectáculo fascinante que recuerda los 34 años de The Dark Side of the Moon, y también los grandes éxitos de una banda emblemática. Recibámoslo bien, pero también acudamos a escuchar a un genio de nuestro tiempo en la explanada del estadio Monumental. Estamos seguros que valdrá la pena.

5 claves sobre el concierto de Roger Waters
Gira. 66 personas acompañan a Roger Waters en la gira.
Integrante. Su propio hijo, Harry Waters, toca los teclados en la gira.
Bajo. Waters prefiere un Fender Precision Band, que usa desde la década de 1970.
Repertorio. En la segunda mitad del show, Waters tocará los 10 temas de The Dark Side of the Moon.
Apoyo. Ha pedido la participación de un coro de 20 niños
para interpretar “The Wall”.

(FIN) DOP

Publicado: 10/3/2007