Con el lema “Con Cristo Cautivo somos peregrinos de la esperanza”, miles de fieles llegaron hasta la provincia de Ayabaca, en la sierra de la región Piura, para participar del día central en honor al Señor Cautivo, una de las expresiones más multitudinarias de fe en el norte peruano.
Desde distintas regiones del país y también desde el extranjero, los peregrinos caminaron durante días y semanas por los caminos andinos de Piura para cumplir promesas, agradecer milagros o reencontrarse con la venerada imagen del Cristo moreno. Las calles ayabaquinas se colmaron de oraciones, cánticos y flores, en medio del repique de campanas que marcó el inicio de la Santa Eucaristía presidida por el padre Tarcicio Puzma Ibáñez en el atrio del santuario.

Al culminar la misa, el Cristo Peregrino salió en procesión por las principales calles de la ciudad, acompañado por una multitud que, entre lágrimas y vítores, elevó plegarias de gratitud y esperanza. La imagen del “Morenito de Ayabaca”, como cariñosamente lo llaman sus devotos, recorrió la plaza principal recibiendo homenajes de danzantes, músicos y promeseros que año tras año mantienen viva la tradición.
El director regional de Turismo, Leonardo Rosas, destacó la importancia cultural y espiritual de esta festividad: “La Fiesta del Señor Cautivo es una oportunidad para mostrar la riqueza cultural, espiritual y natural de nuestra sierra piurana. Invitamos a los visitantes a respetar las costumbres locales y a disfrutar de manera responsable de todas las actividades programadas”, señaló.
La peregrinación hacia Ayabaca se ha consolidado como una manifestación de fe y unidad del pueblo piurano. Cada octubre, miles de personas recorren kilómetros de caminos agrestes movidas por la devoción y la gratitud.

Esta tradición, transmitida de generación en generación, reafirma el papel de Ayabaca como tierra de promesas, milagros y corazones agradecidos, donde la fe sigue siendo el principal lazo que une a toda una región.