Inspirado en el personaje de Star Wars, Luke Skywalker, un ingeniero mecatrónico que nació sin su mano derecha ha creado prótesis personalizadas de mano a bajo costo empleando tecnologías de fabricación digital.
Se trata de Enzo Romero, egresado de la Universidad Católica del Perú (PUCP), quien, según recuerda, cuando tenía 7 años y vivía en el Cusco, encontró la solución a su problema al ver El Imperio Contraataca, la quinta entrega de la saga Star Wars.
Aquella vez, supo lo que Luke Skywalker estaba sufriendo luego de perder su mano derecha. Enzo sabía lo que significa no tener esa extremidad pero, a diferencia del joven Jedi, él no la perdió por un corte de un sable de luz, sino que nació con esa discapacidad.
“Al final de la película, un androide le diseñó una nueva mano a Luck. Esta nueva mano tenía incluso sensibilidad. Fue allí donde me dije: ´yo quiero lo mismo´", explica a la Agencia Andina. Años después, al terminar el colegio, dejó su natal Urubamba y llegó a Lima para estudiar Ingeniería.
Ahora, con 27 años, no solo es ingeniero mecatrónico sino que junto a un equipo multidisciplinario compuesto por miembros del Grupo de Investigación en Biomecánica y Robótica Aplicada de la PUCP han formado la iniciativa "Dando una mano", mediante la cual desarrollan prótesis personalizadas de mano.
Esta prótesis, según comenta, es más accesible que las que se encuentran en el mercado, ya que una procedente del extranjero cuesta hasta 250 mil soles. El costo de esta prótesis oscila entre S/ 3,000 y S/4,500, dependiendo de si se trata únicamente de los dedos o de toda la mano.
“Contamos con un máquina 3D que escanea la sección amputada. Luego, en la computadora, a partir de las dimensiones de un dedo, de su longitud y de su diámetro, podemos generar el resto de los dedos de la mano, la palma y, lo más importante, el encaje protésico, ya que ningún tipo de amputación es parecido al otro”, refirió.
La prótesis no recupera todas las funciones de destreza con que contaba antes; sin embargo, indica Romero, con ella podemos realizar funciones parciales, como servirse los alimentos, comer en casa, cepillarse los dientes, cargar objetos de hasta medio kilo.
“Un terapista ocupacional evalúa si el paciente se encuentra apto para utilizar alguna de nuestras prótesis. En el lado de terapia ocupacional, verificamos si el paciente tiene movimiento o no de las manos y, en el lado sicológico, si ha superado la parte de la negación y duelo por perder una de sus extremidades”, informa.
En el Perú, comenta Romero, no todas las personas con discapacidad tienen la posibilidad de contar con un seguro o con la ayuda de una persona para realizar las acciones básicas. En países en vías de desarrollo, como el nuestro, existen 2.4 millones de personas con una amputación del miembro superior, ya sea por accidente o de tipo congénito.
Según la ONU, 7 de cada 10 personas en el mundo viven con una discapacidad. En el caso de Perú, son más de 12 600 personas. “Hablamos de 2.4 millones de personas en países en vía de desarrollo con amputación del miembro superior”, comenta el ingeniero.
Su emprendimiento ha sido beneficiado por el programa Ideas Audaces del
Concytec y, con ello, permite aplicar a los beneficios tributarios de deducción de la Ley 30309, destinados a proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación tecnológica vinculados o no al giro del negocio de la empresa.