Con nuevas armas, Equipos de Protección Personal (EPP), brindan una atención segura y de manera creativa han encontrado otras formas de acercarse y establecer contacto con los niños, a quienes protegen como a sus propios hijos.
El lenguaje del amor tiene muchas formas, una de ellas a través de la mirada. Esta es la nueva técnica que encontró la Lic. Sonia Mestanza Reyes, enfermera en la
Unidad de Cuidados Intensivos. “La mirada es la expresión de tranquilidad que le puedes dar, la voz dulce y amable, les da confianza; y cuando son bebés hay que abrigarlos, arrullarlos en tus brazos, darles afecto y calor humano que necesitan”, agregó la profesional, con 25 años de experiencia.
La labor de la enfermera pediátrica traspasa el tradicional cuidado de los pacientes, convirtiéndolas muchas veces en segundas madres para los más pequeños. Con una caricia, al momento de abrigarlos y protegernos son esa madre que tanto necesitan.
Además, Sonia habla quechua gracias a sus padres, y esto le ha permitido comunicarse con muchos pacientes referidos de provincia.
“Me ha facilitado la comunicación, es bastante frustrante no lograr entender al paciente y sus familiares”, refirió.
En el Día del Enfermero Peruano, se siente orgullosa de la profesión elegida, que la hace sentir útil, y aunque cada día corre riesgo su vida, lo supera porque tiene un deber sagrado con sus pequeños pacientes.
Además, es madre de tres hijos, la menor de nueve años, reza todas las noches para que la pandemia acabe pronto y pueda abrazar a su madre sin restricciones.
Covid-19 y el binomio madre-niño
María Alejandra Ríos García pertenece al área de contingencia Covid-19 del INSN, ella es parte de un equipo de 26 enfermeras que a diario se enfrentan cara a cara con este terrible virus.
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Desde el día uno de la pandemia se puso al frente para brindar todo su conocimiento y calidad en la atención de los niños afectados con esta enfermedad, aún a riesgo de su propia vida, pues también padeció el Covid, sin embargo; pasada la cuarentena, regresó con más fuerza y compromiso para seguir cuidando a “sus pequeños”, como los llama.
María Alejandra, resalta la importancia de no romper los lazos familiares durante la enfermedad del paciente, por eso el área de Contingencia Covid mantuvo el binomio madre – niño, es decir el menor se interna junto a su familiar, que permanece a su lado las 24 horas del día, recibiendo no sólo alojamiento sino también alimentación y lo necesario para su estancia en el hospital.
Cabe resaltar, que el INSN es la única institución pediátrica que aplica este sistema de acompañamiento, cumpliendo estrictos protocolos de bioseguridad.
Por ello, cuando el paciente es dado de alta, el equipo de enfermería, celebra con globos, pancartas y diploma de honor, el haber superado esta enfermedad.
Tras año y medio manifiesta haber aprendido mucho y sentirse más segura en la atención de los niños con coronavirus, sobre todo ante una eventual tercera ola de la pandemia.
“El Covid ha venido, no se ha ido, y nosotras tampoco nos vamos a ir, vamos a seguir cuidando a nuestros niños”, afirma la profesional, quien también es madre de una pequeña de nueve años.
Desde 1955, cada 30 de agosto se conmemora el Día del Enfermero Peruano, en honor al onomástico de nuestra santa limeña, por ello se resalta la labor de nuestros “ángeles turquesa”.
“Es bonito ayudar a los demás y cuando eso ya se convierte en tu trabajo en realidad es un privilegio, es tu vocación, no me veo haciendo otra cosa diferente que ser enfermera”, finalizó María Alejandra.
Minuto de silencio
El equipo de enfermería guardó un minuto de silencio en memoria la compañera que perdió la batalla frente al Covid-19 a mediados de 2020, quien hasta el último momento ejerció su noble labor en el cuidado de los pequeños pacientes, esto durante simbólica ceremonia por el Día del Enfermero Peruano
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