La pequeña Astrid de 5 años, es una de las pacientes de la Unidad de Fibrosis Quística del servicio de Neumología del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) ubicado en Breña. Lleva una semana hospitalizada debido a una infección respiratoria propia de su condición clínica.
Ahora, gracias al tratamiento recibido se encuentra recuperándose satisfactoriamente; y para sumar a su mejoría los clowns hospitalarios le dedicaron una mañana de risoterapia para fortalecer su salud mental y emocional.
Actualmente, la Unidad de Fibrosis Quística brinda atención integral y multidisciplinaria (Neumología, Endocrinología, Gastroenterología y Soporte Nutricional), a más de 30 niños y adolescentes, quienes durante la pandemia por covid-19 continuaron recibiendo su tratamiento y seguimiento por teleconsulta y de manera presencial según la necesidad, así lo indicó Juan Carlos Torres Salas, neumólogo pediatra y coordinador de la unidad.
¿Qué es fibrosis quística?
El especialista explicó que esta enfermedad compromete el sistema respiratorio y digestivo principalmente, haciendo que las secreciones respiratorias sean muy viscosas.
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Dijo que los niños suelen presentar enfermedades pulmonares, como neumonías y bronquitis recurrentes, y cuando compromete el sistema digestivo genera mal nutrición.
Por ello, la unidad se encarga de preservar el cuidado del pulmón y que el paciente logre nutrirse de forma correcta.
Síntomas y diagnóstico
Los niños con fibrosis quística no crecen adecuadamente, no ganan peso y suelen enfermarse frecuentemente de los bronquios y, además, presentan diagnósticos de neumonía o asma recurrente.
También, sufren de diarreas constantes, y debido a la mala absorción de alimentos tienen bajo peso.
Para su diagnóstico, se realiza el test del sudor, que consiste en cuantificar la cantidad de cloro en el sudor del niño y si esta es mayor de 60 es positiva.
Por ello, el especialista sugiere realizar el tamizaje neonatal, durante las dos primeras semanas de vida, que incluye una prueba denominada Tripsinógeno Inmunorreactivo (TIR), cuya sustancia se eleva en bebés que padecen fibrosis quística, sin embargo; en nuestro país estas pruebas son limitadas y no se realiza en todos los niños.
Día mundial de la fibrosis quística
Si no se realiza un diagnóstico a tiempo, se traduce en un aumento de la mortalidad y poco tiempo de vida en el niño que la padece, “por eso queremos que muchos tomen conciencia de esta enfermedad que es rara y que cada vez se vienen diagnosticando más niños”.
En ese sentido, el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno son factores importantes para lograr que el infante tenga una vida normal y llegue a la etapa adulta sin problemas, “esa es nuestra meta”, culminó el especialista.
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