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Fortalecerán 39 servicios del Estado para mejorar atención a jóvenes

Senaju presenta informe nacional de las juventudes 2018-2019 que plantea retos

ANDINA/archivo

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10:56 | Lima, dic. 14.

Por Katia Aguirre

Si bien más de 100,000 jóvenes han salido de la pobreza extrema en los últimos dos años, aún existen brechas que deben reducirse para garantizar el desarrollo integral de este sector de la población, afirma la secretaria nacional de la Senaju, Fabiana Raunelli.

En el Perú hay 7 millones 869,821 jóvenes de entre 15 y 29 años, que representan el 25.2% de la población total. Se trata de un sector que afronta muchas brechas sociales y económicas que urgen ser atendidas si el objetivo es encaminar al país hacia un desarrollo continuo y sólido.

El Informe Nacional de las Juventudes 2018-2019, que presenta hoy la Secretaría Nacional de la Juventud (Senaju), del Ministerio de Educación, si bien destaca que más de 100,000 jóvenes en el país salieron de la condición de pobreza extrema en los últimos dos años, también visibiliza una serie de problemas que dificultan el bienestar integral de este sector de la población.

El documento revela que el desempleo joven al 2018 llega a 8.7%, tasa cuatro veces mayor que en la población adulta. Asimismo, existe un 17.7% de jóvenes que no trabajan ni estudian. Es decir, no capitalizan ni credenciales educativas ni capacidades laborales, lo cual puede traer consecuencias en el ingreso al mercado laboral.



Salud y violencia


El 25% de personas jóvenes presentan alguna enfermedad crónica (artritis, hipertensión, asma, reumatismo, diabetes, tuberculosis, VIH, colesterol, etcétera) y los problemas de salud mental afectan considerablemente a un 30% con episodios depresivos.

En cuanto a la violencia, las cifras son preocupantes: el 36.8% de las muertes asociadas a un delito corresponden a jóvenes de entre 15 y 29 años.

Esto solo es un breve resumen del diagnóstico efectuado por la Senaju con el propósito de visibilizar y reconocer las diferencias y los retos a los que se enfrenta esta población. Para ello se consideraron variables como sexo, edad, lugar de residencia, autoidentificación étnica, condición de pobreza y condición de discapacidad.

La secretaria nacional de la Senaju, Fabiana Raunelli Suárez, explicó al Diario Oficial El Peruano que este informe sirvió de diagnóstico para la Política Nacional de Juventud (PNJ), aprobada en setiembre pasado por el Gobierno.

Señaló que la información está dividida en seis ejes que desarrollan las materias de demografía, educación, empleo, salud, violencia y participación. Estos indicadores permitirán abordar la problemática.

“Todos los retos que el informe visibiliza están abordados en la Política Nacional de la Juventud, que se convierte en una hoja de ruta para el Estado en los próximos 10 años”, señala.

Raunelli refiere que la PNJ se materializa en 39 servicios del Estado agrupados en los seis ejes. La tarea es planificar cómo, desde estos servicios, comenzamos a enfrentar estos indicadores negativos.

“Se trata de servicios que ya existen, y los indicadores nos dicen que necesitamos ajustarlos, mejorarlos y fortalecerlos para llegar de manera eficiente a esta población. Por eso es importante que la PNJ sea considerada una hoja de ruta para ver cómo mejoramos la cobertura y la calidad del servicio”, manifestó.

Entre estos servicios está el de la Educación Básica Regular; se tiene que buscar que los jóvenes acaben su secundaria en el rango de edad educativo y no retrasarse. En el empleo, mejorar las oportunidades laborales para evitar que tengan subempleo o empleos informales.

“En el tema de salud ya se ha alcanzado un logro con el decreto de urgencia que implementa el aseguramiento universal de los peruanos, pues un significativo sector de jóvenes no contaba con este beneficio”, señala Raunelli.

Asegura que ahora el gran reto es, que además del trabajo del Estado se debe articular esta labor con la sociedad civil y el ámbito privado para la implementación de la PNJ.

“Durante más de 10 años no teníamos política; ahora la tenemos. El gran reto es implementarla, que los gobiernos regionales y municipales puedan incluirlas en sus planes de desarrollo”, comentó.

cifras


El 60% de jóvenes se autoidentificó como mestizo, el resto como quechua (21.5%), blanco (6%), nikkéi y tusán (0.1%), aimara (2%), y como parte de pueblo indígena u originario (7%).

Del total de personas jóvenes, el 5.8% presenta algún tipo de discapacidad.

La pobreza alcanza al 16% de personas jóvenes y la pobreza extrema al 3%.

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(FIN) KAT/LIT


Publicado: 14/12/2019