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Vania Masías: el arte como receta para educar a los jóvenes

Bailarina y promotora cultural recibirá mañana las Palmas Magisteriales 2019

Vania Masías: el arte como receta para educar a los jóvenes. Foto: ANDINA/Difusión.

Vania Masías: el arte como receta para educar a los jóvenes. Foto: ANDINA/Difusión.

09:31 | Lima, dic. 10.

Romper barreras, transformar a los jóvenes con el arte y enseñarles a creer son algunos de los objetivos que se ha trazado Vania Masías, quien recibirá este 11 de diciembre las Palmas Magisteriales 2019, el máximo reconocimiento para los profesionales que han contribuido de manera excepcional con la Educación y el desarrollo del Perú.

Son las dos de la tarde y Vania baja hasta el patio para confundirse en un abrazo con sus chicos de la Asociación Cultural D1, en Chorrillos, muchos de los cuales le dicen “mamá”. 

El intenso sol no desanima a ninguno, todos sonríen, son felices. Lo que ha construido Masías es mucho más que una academia. Es decir, es un proyecto social en el que la compañía de baile y la escuela de arte subvencionan totalmente a unos 70 adolescentes y jóvenes de bajos recursos, quienes se benefician del Programa de Formación Integral.


“Lo que yo les he enseñado a estos chicos es que la fortaleza la tienen adentro, que los capos no son los que vienen de afuera o los que se van y la hacen en otro lado: eres capo si la haces acá y si identificas tu fortaleza y de dónde vienes”, dice Vania sobre su apuesta de llevar arte a las zonas vulnerables.

En los últimos meses, sin embargo, esta labor se ha amplificado gracias a un programa piloto que su asociación lleva adelante en alianza con el Ministerio de Educación y la empresa Alicorp. Se llama Revelarte y, como su nombre sugiere, está cambiando el chip de miles de alumnos de entre 12 y 15 años.

Revelarte promueve la formación socioemocional de los jóvenes con el objetivo de prevenir situaciones de riesgo y alejarlos de problemas como la drogadicción, el pandillaje y la delincuencia. Se desarrolla durante las clases de arte en 30 colegios de 17 distritos de Lima Metropolitana.

“En 15 años, D1 ha tenido un impacto de 8 mil adolescentes. Con Revelarte hemos llegado a 4 mil en apenas un año. Este programa lo hemos adaptado al currículo nacional, a las necesidades de una clase de arte en los colegios. Es un espacio de coenseñanza entre el docente y el facilitador D1. Es increíble cómo a través del arte, y con el apoyo de nuestros líderes, los mismos profesores se están acercando a sus alumnos”, manifestó.

Vania no duda a la hora de decir que la clave de todo es construir confianza. 

“Toda mi vida sentí impotencia al ver que en el Perú se perdía lo comunitario. Cuando decidí dejar algo muy grande afuera para quedarme acá, se rompió el paradigma de la clase social y se generó confianza en un ambiente donde siempre hubo desconfianza. Los chicos vieron que no pedía nada a cambio, que lo único que yo quería es que estuvieran bien”, recalca.

Cuenta Vania que uno de sus alumnos, al que conoció con un solo zapato en la avenida Lampa, ahora es graduado en la Universidad de Pensilvania y tiene un mural suyo en Brooklyn.

Como aquel chico, muchísimos más han podido alcanzar su máximo potencial gracias a esta madre de dos hijos que no deja de moverse, impulsada por un extraño resorte interior.

¿Entonces el arte es el medio y la educación es el fin? Vania asiente. Dice que su meta nunca ha sido formar bailarines u otro tipo de artistas, sino lograr que los jóvenes se conviertan en líderes, emprendedores y agentes de cambio en sus comunidades. Todo eso que ella representa.

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(FIN) NDP/LIT

Publicado: 10/12/2019