El primer estudio científico peruano respecto a la existencia de biodiversidad marina desarrollada en una plataforma artificial petrolera, ha sido dado a conocer en una revista internacional, detallando lo ocurrido frente al distrito de Los Órganos, en Piura, donde el posterior retiro de la referida estructura ha llevado a la desaparición de varias especies animales en ese lugar.

Se trata de
‘Neotropical Ichthyology’, revista de la Sociedad Brasileña de Ictiología. En ella se da cuenta del
trabajo de investigación encabezado por el biólogo de la Universidad Científica del Sur, Diego Cuba, junto a Bernabé Moreno, en torno a la plataforma petrolera marina MX 1, que funcionó hasta el año 2011 y que fue retirada casi en su totalidad 12 años después.

La constatación de que esta estructura se había convertido en parte importante de la biodiversidad marina de esa parte del mar peruano se dio de manera casi casual, cuando Cuba buceaba en la zona en el contexto de los ejercicios en buceo inherentes a la carrera de biología marina que él estudia en la Universidad Científica del Sur.
Lo allí observado lo motivó a desarrollar un estudio enfocado en los peces cuya presencia estaba asociada a la estructura que yacía en el lugar; convertida en el hábitat de numerosas especies.

Detalles de lo observado
El área elegida para la investigación era de 40 metros, de los 60 metros de profundidad totales. El estudio realizado se centró en los organismos que allí vivían, detallando sus características.

“Logramos identificar en seis días de buceo a cerca de 8000 peces”, señala Cuba. Estos pertenecían a 27 especies; ocho de las cuales representaban importancia comercial pa la población de Los Órganos.
Estos pescadores artesanales –conocidos como tumpis, al ser descendientes de esa cultura prehispánica desarrollada en lo que ahora es Piura y Tumbes- que navegan a bordo de embarcaciones a vela, han visto desaparecer, por ejemplo, al jurel; especie que formaba parte de su dieta cotidiana y que expendían para sustentarse.
“Pudimos identificar que la mayor biodiversidad de peces se encontraba en los estratos menos profundos; es decir, a los 5 o 10 metros de profundidad”, explica Cuba, quien refiere que, además de peces tropicales o de aguas cálidas, también había presencia de otros que suelen presentarse en aguas frías.
Además, en este lugar también se encontraba numerosas aves y lobos marinos, que se alimentaban de las otras especies que allí se encontraban.

La investigación –financiada en el año 2021 por la beca Cabieses de la Universidad Científica del Sur- determinó que en la zona menos profunda se encontraban peces de pequeñas dimensiones, así como especies herbívoras. En los espacios más profundos, a su vez, se encontraban especies carnívoras y de mayores dimensiones. Revelándose así un ecosistema estructurado, desarrollado a partir de la presencia de la plataforma petrolera.

Espacio para la vida
¿Cómo es que una superficie metálica puede convertirse en refugio para la vida en vez de representar un elemento contaminante del entorno marino? El investigador indica que esta situación responde a fenómenos como el de la dispersión larval.

Así, estas estructuras metálicas ofician como punto de soporte para los huevos y gametos mediante los cuales las especies marinas se reproducen. Hacen, entonces, las veces de rocas, peñas, arrecifes o fondos de arena, recibiéndolos.
“Al estar estas estructuras en el medio del mar, se convierten en un sustrato en donde a lo largo del tiempo diferentes tipos de organismos van a ir asentándose”, explica Cuba.
Paulatinamente, van apareciendo bacterias, algas y pequeños animales invertebrados y, luego, animales de dimensiones superiores, como cangresos y pulpos, por ejemplo, junto a los organismos que suelen asociarse a ellos.
En suma, la reproducción y subsistencia de estas especies “va a ser mucho más sencillo en una estructura como esta, que en una columna de agua en donde no tienen ningún lugar donde refugiarse”, anota Cuba.

Consecuencias del vacío
En 2023, al retornar los investigadores a esta zona del mar peruano, la estructura metálica había sido retirada, y la gran biodiversidad que allí se encontraba, había desaparecido.

La empresa concesionaria, por disposición del Ministerio de Energía y Minas,
procedió a sacar del mar 40 metros de ella; comprometiendo la zona previamente explorada por los investigadores, misma que albergaba al mayor número de especies.
“No sabemos a dónde se han podido desplazar toda esta biomasa que habíamos encontrado”, señala Cuba respecto a las consecuencias de esa decisión.
Cuando se conoció que se iba a retirar la estructura, diversas instituciones que habían tomado conocimiento de las investigaciones mencionadas, plantearon un recurso de amparo ante el Poder Judicial. Entre ellas se encontraban la municipalidad distrital de Los Órganos, asociaciones de operadores turísticos y organismos no gubernamentales.
Mientras esta acción era procesada, el retiro continuó, en cumplimiento de los términos del contrato con la empresa concesionaria Savia Perú, y de la normatividad vigente al respecto. En virtud de la legislación peruana, una vez culminada la fase de exploración petrolera, se retira todo aquello que se implementó para desarrollarla.

En este caso, se quitaron aquellas estructuras metálicas que habían devenido en “arrecifes artificiales”. Si bien el Poder Judicial dispuso en marzo de este año que se suspendiera la operación, para cuando dicha resolución fue emitida, esta acción ya había sido ejecutada.

Afectaciones diversas
Además de las consecuencias que este retiro viene teniendo en el ecosistema marino, que ahora se ve privado de la biomasa antes existente en el lugar, también se vienen dando consecuencias económicas, puesto que los pescadores artesanales del lugar ya no pueden extraer varias de las especies que luego expendían para obtener recursos.

En ese mismo rubro hay un perjuicio para el turismo; una de las actividades principales para la economía de Los Órganos, puesto que este lugar, debido a la riqueza de especies marinas y a su belleza se había convertido en punto de atracción para el buceo recreativo y para la enseñanza de esa técnica de nado.
Para evitar que situaciones de este tipo se repitan, Cubas sugiere tomar en cuenta la legislación existente en otras partes del mundo, como Estados Unidos, Malasia y Taiwan, por ejemplo; países que han adoptado el modelo de rigs-to-reefs (‘De torres de exploración a arrecifes’).
En ese contexto, “estas estructuras, una vez que terminan su función, se integran al mar como una especie de santuario en donde los peces se reproducen y pueden moverse hacia otras zonas”, indica.
“Lo que deja esto es un precedente por si se quiere hacer lo mismo para otras plataformas en el norte del Perú”, apunta Cuba, quien recuerda que en el litoral de esa zona hay muchas de esas infraestructuras; particularmente en Lobitos y Talara, y, en general, entre Tumbes y Piura.
El estudioso confía en que, a partir de la fecha, las autoridades y las asociaciones ecológicas puedan tomar en cuenta y considerar la preservación de aquellas estructuras más grandes e importantes.
(FIN) FGM/MAO
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Publicado: 6/10/2025