Las elevadas temperaturas del verano pueden causar serios problemas de salud a las mujeres en etapa de gestación, situación que puede agravarse si no se atiende a tiempo y como corresponde.
Raúl Alegría, médico gineco-obstetra y jefe de servicio de alto riesgo del hospital Guillermo Almenara de EsSalud, da algunas recomendaciones para evitar complicaciones ante esta situación.
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“Pasar por un “golpe de calor” podría incluso llegar a ser fatal para la madre gestante, teniendo en cuenta que su temperatura corporal tiende a elevarse naturalmente. Si a ello le sumamos factores de riesgo como una temperatura del ambiente mayor a 30°, la mujer comenzará a sentir fatiga, sensación de sed, resequedad en la boca, mareos, debilidad muscular y pérdida de conocimiento”, advirtió el especialista.
Una de las principales recomendaciones es recostar a la gestante, colocarle paños fríos sobre la frente y ventilar el ambiente. “En caso que el cuadro persista, debe ser llevada a un centro de salud de tercer nivel o de alta complejidad”, agregó Alegría.
“Para una mujer embarazada no es suficiente el agua. Es recomendable que consuma bebidas rehidratantes ya que, a través del sudor, también se pierde electrolitos como sodio o potasio. Puede tomar entre uno y tres litros diarios, además del agua pura”, sugirió el galeno.
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Estos efectos no solo los sufre la madre, sino también su bebé. Por eso es importante las recomendaciones de la obstetra Pilar Córdova:
- Evitar exponerse en horas pico de calor, es decir entre el mediodía y las 3:00 p.m. Y si la mujer embarazada se encuentra trabajando, debe mantenerse en un ambiente ventilado.
- Es mejor que utilice blusas sueltas de algodón o gasa, pantalones frescos y anchos para vestirse. No es recomendable ninguna prenda sintética. Sí los colores claros, porque generan menor sensación térmica, zapatos de horma ancha y suela suave.
- Las mejoras aliadas son las frutas, principalmente el consumo del melón y sandía.
Se debe considerar que la gestante está cargando mayor peso, comenzando por el bebé, los pechos más grandes, el útero de mayor tamaño, así como la placenta y el líquido amniótico.
Si sumamos todo ello tenemos un aproximado de seis a siete kilos además del peso de su cuerpo que tienden a subir durante el embarazo.
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Publicado: 12/1/2023