La pandemia del covid-19 no ha terminado y, en el 2022, el Instituto Nacional de Salud (INS) siguió con la vigilancia genómica del SARS-CoV-2, así como de otro riesgo de salud pública: la viruela del mono. En el 2023, el objetivo es acercar los mecanismos tecnológicos de diagnóstico a la población de zonas alejadas, incluyendo otras enfermedades como VPH, lo que permitirá reforzar la primera línea de atención a nivel nacional.
Es decir, los ciudadanos no necesitan ir a un hospital para tomarse una muestra, sino que en el establecimiento de salud más cercano se podrá obtener resultados en cuestión de horas.
Además de los laboratorios portátiles Onqoy Tariq, también se utilizan laboratorios móviles Covid Maskaq para el procesamiento de pruebas moleculares de covid-19.
“Lo que queremos ahora es usar esta misma tecnología, pero ahora para otras enfermedades, por ejemplo, para el diagnóstico del papiloma virus. Esta es la principal causa de cáncer de cuello uterino y existe esta misma tecnología portátil automatizada para hacer diagnóstico del papiloma virus, lo cual -aunado con la disponibilidad de equipos para el manejo estas lesiones pre malignas de cáncer de cuello uterino- permitirían dar un diagnóstico rápido en el primer nivel de atención y así iniciar el tratamiento inmediatamente para la paciente”, sostuvo el doctor Suárez.
“El reto que tenemos para este año 2023 es seguir llevando la
tecnología lo más cerca posible al paciente”, agregó.
Los laboratorios automatizados portátiles podrán generar resultados sobre VPH en una hora, sin necesidad de que la paciente espere por días para confirmar un diagnóstico y recién empezar el tratamiento si lo requiriera.
En las regiones se trabajarán paralelamente con más pruebas moleculares convencionales para otras enfermedades como tuberculosis, dengue, influenza, malaria y VIH.
Secuenciación genómica del SARS-CoV-2 y viruela del mono
Desde el inicio de la pandemia, el INS ha contribuido con la comunidad científica internacional y hoy Perú es el tercer país que produce más secuenciamiento genómico del nuevo coronavirus en las Américas. Al cierre del 2022, el INS se han secuenciado 36,000 genomas del SARS-CoV-2 en un ritmo de 500-600 por semana. Este promedio se mantendrá durante el presente año.
Además, esta labor se ha descentralizado y no solo se realiza en Lima. Durante el último año, se han sumado laboratorios especializados de Piura, Junín y Cusco, desde donde también se contribuye en la investigación científica en torno al covid-19.
Esta metodología de vigilancia genómica también fue utilizada para la viruela del mono, para lo cual se secuenciaron al menos 1,000 casos, aproximadamente la cuarta parte del total de casos (3,689 hasta el cierre del 2022).
“Perú tiene su propia variante del virus del Monkeypox a diferencia de otros países. Logramos identificar que había una variante de este virus con sus propias mutaciones y que se diferenciaba del resto de virus que había en el mundo. También nos permitió identificar conglomerados, o sea casos que están asociados entre sí porque el virus que que porta es cercano genéticamente”, sostuvo.
Formación del personal de salud
En marco de un proyecto con el Banco Mundial, con una inversión de 300 millones de soles, se modernizará el Laboratorio de Bioinformática del INS, así como se espera contar con una nueva sede del Centro Nacional de Epidemiología, y la implementación de tres centros macro regionales en Lambayeque, Cusco y San Martín.
Además de equipar los laboratorios regionales, el proyecto también busca reforzar la formación del personal de salud. Para ello, desde noviembre pasado, al menos 85 profesionales de la salud participan de programas de diplomado. Se extenderá la propuesta a otras áreas para mejorar la atención primaria y ampliar la investigación en
ciencia.
A lo largo del año pasado, los investigadores del INS realizaron 94 publicaciones científicas, incrementándose lo obtenido en el 2021 (92).
En ese sentido, durante el 2022, otro logro del INS fue el lanzamiento de una versión en inglés de la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, lo que permite acercar el conocimiento científico a la comunidad internacional.
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