La forma en que resolvemos los problemas dentro de la pareja marca la diferencia en una relación. ¿Discutir es lo mismo que pelear?, ¿hasta dónde puedo llegar para hacer prevalecer mi punto de vista?, ¿qué hacer si siempre pierdo las discusiones?, ¿es mejor callar? En el Día de San Valentín conoce las respuestas a estas interrogantes y también cómo alejarte de una relación tóxica.
Para comenzar, las discusiones no son malas en una relación de pareja, sostiene María Teresa Marticorena en el programa Saludable Mente de Andina Canal Online.
“Muchos consideran que somos flechados, que nos enamoramos y punto, y todo funcionará bien. Esas ideas del amor romántico hay que desecharlas, pues solo nos hacen creer en relaciones utópicas, en las que no hay conflictos, donde todo será paz y amor, lo cual no es real”.
La psicoterapeuta del Inppares consideró que cuando uno forma una pareja no debe olvidar que los integrantes siguen siendo dos seres individuales, “cada uno con sus hábitos, costumbres, características, pensamientos, ideologías y gustos. Cada uno viene con lo que es y no es cierto que uno absorbe al otro”.
Entonces, cuando aparecen los conflictos cada uno los resuelve como vio y aprendió de sus modelos parentales o de aquellos con quienes ha vivido, sobre todo de niño.
Comunicar bien las emociones
“Hay que diferenciar entre las discusiones y las peleas. No son lo mismo. Las discusiones aparecen porque no estamos de acuerdo en algo. La mayoría quiere tener la razón, pero hay que aprender a alcanzar acuerdos, negociaciones. No es necesario estar satisfechos al 100 %, pero sí lo más que se pueda. Es un aprendizaje”.
“Con las peleas se deteriora la pareja, sobre todo si uno de ellos es el que pierde siempre, si hay represión de las emociones, enojo, tristeza, dolor, frustración. No olvidemos que toda emoción contenida va a tener consecuencias en algún momento”.
La experta, comentó, que la lucha por el poder siempre estará presente en las relaciones, pero no será lo mismo discutir por lo que se va a comer ese día a buscar imponerse siempre sobre la otra persona.
“Lo peor que podemos decir en una relación es ‘no pasa nada’, ‘estoy bien’, cuando en realidad nos encontramos muy molestos. Será peor, porque en otra discusión, como la emoción se halla contenida, saldrá, y la pareja comentará ‘pero si eso ya lo hablamos y me dijiste que estaba bien’. Y pasa porque en realidad no estaba bien”.
María Teresa Marticorena sostuvo que es fundamental que la pareja converse siempre, porque lamentablemente no estamos acostumbrados a comunicar nuestras emociones y hacerlo de manera eficaz, argumentando, sin agredir al otro. La mayoría cree que una comunicación verbal es suficiente.
“Por ejemplo, si la pareja sale y regresa tarde, no es lo mismo decirle cuando por fin llega: ‘Siento temor y por eso me estoy preocupando más’, a ‘¿por qué llegas a esta hora?, ¿no sabes cómo estoy?”. Nuestra comunicación es distinta si evidencio mi emoción a que responda solo llevada por la emoción”.
No quedarse con nada dentro
Aconsejó que si el que ha “perdido”
la discusión no se siente bien, no se la pase rumiando su molestia, sino que la comunique, la verbalice.
“Si siento que cedí demasiado, que el tema era muy importante para mí y ha generado un dolor muy grande debo decirlo: ‘Es cierto, estamos quedando en lo que dices, pero a mí me genera mucho dolor, tal vez podamos encontrar una forma distinta la siguiente vez’. Se debe conversar con la pareja”.
Indicó que es muy dañino ceder y aceptar siempre lo que la pareja quiere, solo porque lo quiere. Relaciones de este tipo solo engendrarán frustración y tristeza, con el peligro de convertirse en tóxicas.
“Las relaciones toxicas o patológicas se desarrollan donde hay maltrato. Puede darse el caso de que el maltratador o maltratadora sea siempre la misma persona; pero también hay casos donde el maltratador se convierte en algún momento en maltratado. Es un juego de roles, de dinámicas”, advirtió.
La experta sugirió buscar ayuda profesional cuando resulte muy complicado ponerse de acuerdo o existan peleas constantes en la pareja. Tal vez buscar una
terapia de pareja o un tratamiento individual.
“Cuando los conflictos superan el estado de bienestar hay que buscar ayuda. Discusiones siempre van a existir, siempre. Para que una pareja funcione saludablemente se necesita afecto, respeto, sentido del humor. Cuando tus emociones o pensamientos te están causando mucho dolor hay que buscar ayuda”, anotó.
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(FIN) KGR
GRM
Publicado: 14/2/2020