Un total 78 de los 155 diputados deberán realizarse una prueba de drogas, en el marco de un nuevo reglamento interno que busca darle "transparencia" a la labor parlamentaria y evitar delitos de narcotráfico.
Los diputados fueron seleccionados en un sorteo realizado en el Congreso, ubicado en el puerto de Valparaíso (120 km al oeste de Santiago), en la puesta en marcha del nuevo reglamento del control de consumo de drogas de la Cámara Baja aprobado en julio pasado.
"La normativa busca elevar los estándares de transparencia en la labor parlamentaria, además de evitar delitos relativos al narcotráfico y cualquier relación de este flagelo con la Cámara", indicó un comunicado de la Cámara de Diputados.
"Se ha establecido un plazo que es entre el 22 y 30 de agosto para que los diputados vayan al laboratorio de la Universidad de Chile a realizarse este test de cabello", dijo Raúl Soto, presidente de la Cámara de Diputados, uno de los sorteados para someterse al examen.
A finales de septiembre deberán aplicarse la prueba los diputados restantes. Los resultados, que se tendrán entre 10 a 15 días, serían públicos y en caso de dar positivo, se podría levantar el secreto bancario para evidenciar que no haya movimientos de dinero que no se puedan justificar.
La prueba será semestral y se aplicará al menos dos veces a cada parlamentario dentro su gestión de cuatro años.
"No me abastezco de manera ilegal, no compro, me la regalan. En algún momento de la vida, cuando era más chico, planté. Llegué a tener en mi mejor época dos plantas al aire libre, nada muy elaborado", dijo el diputado izquierdista, Jaime Sáez, quien manifestó abiertamente consumir marihuana dos semanas atrás.
"Yo también fumo, no me avergüenzo, y cultivo mis plantas para no alimentar las arcas del narcotráfico", señaló, por su parte, Ana María Gazmuri, diputada y activista en favor del consumo de marihuana.