Cada 19 de noviembre, el Día Internacional de la Mujer Emprendedora visibiliza el esfuerzo de miles de mujeres que, desde distintos rincones del país, abren camino con sus ideas y su trabajo.
En los barrios peruanos, este movimiento tiene un rostro claro: el de miles de bodegueras, comerciantes y microempresarias que levantan sus negocios, contribuyendo silenciosamente al crecimiento de sus comunidades y el país.
En el Perú existen cerca de 500,000 bodegas y alrededor del 70% son administradas por mujeres, según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú.
Estos negocios, en su mayoría familiares, son pilares del canal tradicional y cumplen un papel esencial en la economía local: generan empleo, dinamizan los barrios y sostienen a miles de familias.
Entre esas historias está Sonia Chávez, dueña de la Bodega Breysi en San Martín de Porres. Hace más de 20 años se sumó a su esposo en la bodega que él ya administraba; pero en 2003 abrieron una segunda, esta vez para que ella la administre.
El objetivo era claro: “queríamos construir algo propio, algo que nos permitiera estar más cerca de la familia, en ese entonces ya teníamos a mi primera hija, ya luego vino la segunda”.
Con su esfuerzo, Sonia ha logrado construir un futuro para su familia. Su hija mayor ya es profesora de educación inicial y madre de familia, mientras que la segunda está a punto de terminar su carrera como comunicadora.
“Todo lo que tenemos, nuestra casa, nuestros viajes, nuestras metas cumplidas; han sido gracias a este trabajo, a la bodega, y a no rendirnos nunca”, señala.
Al inicio, trabajaban con reja cerrada por seguridad, pero nunca cerraron la esperanza. Su perseverancia la llevó a buscar nuevas formas de mejorar su negocio.
Así participó en la Escuela de Negocios de Coca-Cola, una iniciativa de Coca-Cola Perú y Arca Continental Lindley, que brinda herramientas en gestión, liderazgo y finanzas a bodegueros de todo el país.
“Coca-Cola fue la primera empresa que confió en nosotros. Nos dio nuestro primer equipo de frío y eso nos ayudó a exhibir mejor, a vender más, a crecer”, recuerda.
Ese impulso inicial marcó un punto de inflexión en su historia, que hoy refleja la resiliencia de miles de mujeres que, con empeño y apoyo, transforman sus pequeños negocios en motores de desarrollo local.
El impacto detrás de cada historia
Historias como la de Sonia muestran cómo el emprendimiento femenino y el fortalecimiento del canal tradicional van de la mano con el desarrollo económico local.
El más reciente Reporte de Huella Socioeconómica del Sistema Coca-Cola en el Perú revela que, en 2023, las operaciones conjuntas de Coca-Cola Perú y Arca Continental Lindley aportaron 7,420 millones de soles a la economía nacional, equivalente al 0.7% del PBI del país, de la mano de más de 370,000 clientes en todo el país.
De ese total, 331,000 corresponden al canal tradicional, conformado por bodegas y pequeños negocios, muchos liderados por mujeres que combinan los roles de emprendedoras, madres y gestoras comunitarias.
Ellas son las protagonistas de una transformación silenciosa: negocios que nacen del esfuerzo, se fortalecen con conocimiento y crecen con apoyo. Porque cuando una mujer emprende, no solo mejora su vida: fortalece a su comunidad y mueve al Perú.
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(FIN) NDP / MDV
Publicado: 19/11/2025