La estructura tectónica Tambomachay, visible a lo largo del valle de la ciudad del Cusco, es una falla geológica activa y capaz de generar un terremoto de hasta magnitud 7.01 que afectaría, sobre todo, a los distritos de Poroy, Santiago, Wanchaq, San Sebastián y San Jerónimo, así como la Ciudad Imperial, según estudios de neotectónica y paleosismología.
El registro histórico demuestra que sismos de gran magnitud, como los de 1650, 1950 y 1986, han causado grandes pérdidas de vidas humanas y económicas; sin embargo, hasta la actualidad se tiene poco conocimiento sobre las fallas geológicas que generaron estos eventos.
Por ese motivo, el Ingemmet mediante su equipo de especialistas en neotectónica presenta los resultados de sus investigaciones sobre esta falla geológica potencialmente sismogénica, capaz de generar sismos corticales de gran magnitud.
Los estudios morfotectónicos y paleosismológicos reafirman que la falla Tambomachay es activa y se ha comportado con una cinemática de tipo normal, por lo menos desde el Pleistoceno medio a superior (~153ka). Su tasa de desplazamiento varía entre 0.33 mm/año y 1.47 mm/año, y la cuantificación de su máximo desplazamiento vertical acumulado equivale a 226.31 m.
Zonas de afectación
La evaluación del peligro sísmico se plasma en un mapa de aceleración pico del suelo (PGA) generado para el peor escenario, en el cual la falla Tambomachay se reactiva y causa un terremoto de 7.01 Mw, que afectaría con aceleraciones de onda mayores a 0.45g a los distritos de Poroy, Santiago, Wanchaq, San Sebastián y San Jerónimo, así como el Cercado del Cusco.
Además, con aceleraciones menores a 0.45g a los distritos de Ollantaytambo y Calca hacia el norte; los distritos de Pacaritambo y Rondocan hacia el sur; los distritos de Huancarani y Huaro hacia el este; y los distritos de Zurite y Chinchaypujio hacia el oeste.
Los estudios neotectónicos, morfotectónicos y paleosismológicos permiten entender y conocer el comportamiento y los parámetros que caracterizan a la falla Tambomachay como una potencial fuente sismogénica y su implicancia en el peligro sísmico de la región del Cusco, información que debe ser tomada en cuenta para la gestión del riesgo de desastres y los planes de ordenamiento territorial.
Machu Picchu
El Ingemmet ya había revelado a la Agencia Andina que dos terremotos de por lo menos magnitud 6.5, registrados alrededor de 1450, provocaron la deformación de los muros de Machu Picchu y motivaron que los incas empiecen a usar una arquitectura sismorresistente.
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Ese fue uno de los primeros resultados del proyecto de investigación científica Cusco-PATA, desarrollado por Ingemmet para identificar los sismos que ocurrieron en el pasado y saber cómo afectaron a las antiguas culturas, como la Inca y la Wari. Se centró en dos fallas geológicas activas que están cerca de la ciudad del Cusco: Tambomachay y Pachatusan.
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(FIN) JOT