El pisco es más que un motivo de orgullo para los peruanos. Nuestra bebida de bandera representa la esencia de lo peruano y para afianzar más esa identidad conozca el secreto que lo hace único y especial.
En el especial
Pisco con ‘P’ de Perú se abunda y desvela ese secreto, a continuación conoceremos algunos detalles. El informe periodístico resume el estudio elaborado por un equipo del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), que lideró
Cristina Cereceda, en los campos edénicos de Ica donde asoman imponentes racimos de vides pisqueras. Conozcamos más de esta historia fascinante.
“Geología del pisco se centra en el estudio del medio físico donde nacen las vides pisqueras, así como en los aspectos naturales, llámense la geología, el relieve, los suelos y los sedimentos que ofrecieron el marco perfecto para el nacimiento de las uvas pisqueras", afirma Cereceda.
La investigación nació por iniciativa del hoy difunto presidente del consejo directivo del Ingemmet Oscar Bernuy, con el afán de establecer la relación entre nuestra
bebida de bandera y la geología, y con ello abonar en los argumentos de la
denominación de origen pisco.
"Necesitábamos revalorar la tierra de donde ha surgido nuestra
bebida de bandera”, sustenta la ingeniera geóloga y cuenta que se inspiraron en trabajos similares existentes en el mundo, como la geología del tequila en México y del vino en España y Argentina.
"La labor empezó en el 2017, cuando dos brigadas del Ingemmet llegaron a las tierras sureñas para llevar a cabo calicatas (excavaciones), cartografiado geológico y muestreos del suelo, de sedimentos y rocas", detalla a la Agencia Andina.
Terminado el trabajo de campo, con apoyo de un dron e imágenes satelitales se realizó una modelación numérica sobre la evolución del relieve y acumulación de sedimentos, análisis químicos y físico-químicos del suelo, mineralógicos y de rayos X. Todo en busca de las raíces del
origen de nuestra noble bebida.
Y como la verdad siempre se impone y nunca se puede tapar el sol con un dedo —y menos el de Ica—, se confirmó que los suelos del valle iqueño cuentan con vocación para el cultivo de la vid, debido a que poseen una buena textura, son capaces de retener humedad y pH moderado a alcalino, carbonatos, además de presentar altos índices de potasio y calcio. En pocas palabras: es la cuna pisquera por excelencia.
Esas condiciones obedecen a la evolución geológica de millones de años; los procesos geológicos internos y externos modelaron el valle al condicionar el clima e hidrografía; así como los suelos.
Geología del pisco detalla que los principales elementos que requiere la vid son cinco: nitrógeno (para el desarrollo), potasio (metabolismo), fósforo (transporte de sustancias y metabolismo).
También calcio (incrementa el vigor y la asimilación de nutrientes) y magnesio (promueve la formación de azúcar y la calidad del mosto). Y el suelo del valle de Ica los reúne en la cantidad exacta.
Otro aspecto que influye, explica, es el microclima excepcional del valle de Ica, que “no existe en ninguna otra parte del planeta”.
Este se caracteriza por la ausencia de lluvias, reducida humedad, horas de sol —importantísimas para la generación de azúcares—, temperaturas invernales y una gran amplitud térmica, favorecida por los vientos nocturnos que descienden de las montañas. Esas condiciones climáticas están controladas por las características particulares del relieve en torno al valle de Ica.
Esa alquimia perfecta de aspectos geológicos, suelos, clima y relieve condiciona la producción de las uvas pisqueras en Ica, lo que origina que la tierra sea propicia y pueda generar frutos de altísima calidad, con sabores y aromas particulares.
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El estudio empezó en el valle de Ica, pero el Ingemmet proyecta hacer lo propio durante el 2021 en las demás regiones pisqueras: Lima, Arequipa, Moquegua y Tacna. "Queremos ver las particularidades de esos terrenos para conocer la influencia y el contexto que el medio natural brinda a la uva”.
"Conocer la tierra de donde brotan las vides pisqueras te da un sentido regional, es como si, imaginariamente, estuvieras probando la tierra en la que han nacido; entonces valoras más la copa de pisco que tienes en tus manos", expresa Cereceda.
En suma, la intención es contribuir a robustecer la cultura del pisco, impulsar su identidad, ya que esta bebida espirituosa "obedece a un contexto geográfico en el que influyen características naturales, climáticas y culturales propias de la costa sur de Perú".
"Se ha visto que existe una combinación de estos factores, que son propios, y, por lo tanto, difícil de replicar en otra parte del planeta. Somos afortunados y bendecidos", insiste.
El subgerente de la bodega de Tacama, Francisco Hernández, reafirma: "Tenemos un valle bendito, ideal para el desarrollo de la vid. El terruño le da la característica aromática a cada variedad; en el caso de la quebranta, por ejemplo, le imprime al pisco sabores a tabaco y heno".
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(FIN) JOT/MAO
GRM
Publicado: 15/2/2020