La tradicional feria de la Tanta Wawa, instalada a fines de octubre y comienzos de noviembre en el frontis del mercado de Santa Clara, en el centro histórico de la ciudad de Ayacucho, vuelve a congregar a decenas de familias que mantienen viva la costumbre de obsequiar wawas a sus padrinos y ahijados como símbolo de unión y fraternidad con motivo de las fiestas de Todos los Santos.
“Felizmente tenemos mucha clientela, las personas vienen todos los años a comprar sus wawas y frutos secos”, comentó Magaly Canchari, integrante de la Asociación de Wawas San Francisco, agrupación que por años conserva la receta y el espíritu artesanal de esta tradición.

El crecimiento de la demanda ha sido notorio en los últimos años. “Tenemos compradores que mandan las wawas a otras regiones e incluso al extranjero; es una tradición que ha trascendido nuestras fronteras”, señaló Canchari, destacando el reconocimiento que estos productos alcanzaron fuera de Ayacucho.
Las tanta wawas —figuras de pan con forma de niños o bebés— son elaboradas con harina de trigo, canela, huevo y clavo de olor, ingredientes que, combinados con la dedicación de las panaderas locales, dan como resultado un sabor único y tradicional.
Además del valor cultural y simbólico, esta feria representa una importante fuente de ingresos para las familias participantes. “Todo lo que vendemos lo hacemos de manera artesanal y eso genera trabajo, desde la compra de insumos hasta la preparación y venta”, explicó la representante.

La Asociación de Wawas San Francisco, conformada por 27 miembros, continúa preservando esta manifestación cultural con esfuerzo, creatividad y orgullo ayacuchano, reafirmando que la Tanta Wawa no solo es pan, sino también identidad y tradición que une generaciones y trasciende fronteras.