El mes de julio es ideal para adquirir un inmueble, aprovechando el ingreso extra que genera la entrega de la gratificación a los trabajadores, pero hay que tener cuidado con las estafas de parte de sujetos inescrupulosos.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la estafa inmobiliaria es uno de los delitos más frecuentes en nuestro país y el que más se ha incrementado en los últimos años debido a la poca información que tienen los ciudadanos y las numerosas mafias organizadas que aprovechan esta desventaja.
Ante ello, la abogada Marybell Jara del Estudio Linares, nos explica las modalidades de estafas inmobiliarias más recurrentes en el Perú y las formas de evitarlas:
1) Empresas fachada:
El estafador pone el anuncio de la venta de un inmueble, utilizando como medio el Internet o incluso una oficina desde donde ofrece la propiedad. Luego, pide adelantos a sus futuros compradores y, al final, desaparece.
Para evitar ser víctima de este tipo de estafa, se recomienda investigar a la empresa con la que se pretende contratar y se verifique previamente en Registros Públicos a los propietarios.
Se debe acudir a la SUNARP para verificar la existencia de la empresa. También es recomendable que el comprador realice los pagos por tramos. Lo peor que podría hacer sería entregar mucho dinero al inicio, ya que incluso si se entablara un juicio y ganara, sería difícil cobrar a alguien que no cuenta con capital.
2) Doble titulación:
Cuando decidimos adquirir un inmueble, muchas veces no se realiza una verificación previa del título de la propiedad. En ocasiones, en el Registro de Predios se presentan duplicidades de partidas registrales, es decir, un mismo bien puede estar inscritos a nombre de varios propietarios. Para que esto ocurra, se suele recurrir a presentar documentación falsa.
Para evitar adquirir un inmueble que tiene este problema, es necesario hacer una visualización previa en Registros Públicos. Si se trata de un inmueble inscrito es necesario leer la historia registral, en donde consta quiénes son y fueron los propietarios.
3) Propiedad futura:
Adquirir un inmueble que aún no está construido suele ser una idea tentadora porque puede resultar más económico. Sin embargo, esta es una de las modalidades más proclives a la estafa. Para disminuir el riesgo, será necesario obtener la mayor información sobre el vendedor, qué respaldo tiene la empresa, etc. Si la inmobiliaria tiene respaldo de un banco, es una operación mucho más confiable.
Como segundo paso, debe generar un contrato lo suficientemente claro a través de un notario, donde se señale el monto a pagar por el inmueble y sus características.
Es importante también que uno vaya al domicilio y mire el inmueble. Se debe constatar que está desocupado o a disposición de la persona que va a comprar.
4) Doble venta de inmuebles:
La doble venta es uno de los recursos más usados para cometer estafas inmobiliarias. El hecho de no registrar debidamente en la SUNARP un inmueble adquirido, significa que este sigue perteneciendo al anterior propietario, quien puede volver a venderlo indefinidamente a otras personas.
Ante una situación de conflicto como esta, la ley determina proteger a la persona que inscribió su propiedad en Registros Públicos. Así, frente a un acto de doble venta, si hay una persona que sí inscribió el inmueble, el ordenamiento jurídico la protege.
Asimismo, antes de celebrar un contrato, se sugiere que obtenga el Certificado Registral Inmobiliario, un documento emitido por la Sunarp que precisa el nombre de los propietarios del inmueble, las características del mismo, si existen demandas, embargos, arrendamientos, hipotecas, entre otros datos de relevancia.
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Publicado: 9/7/2019