El nuevo libro de Alfredo Bryce Echenique lleva desde el título la amenaza de un alejamiento de las canchas literarias.
Por Ernesto Carlín
“Este libro lo he tenido que dictar a una persona. Me tiemblan las manos”, confiesa al Diario Oficial El Peruano en su apacible departamento en San Isidro.
Aunque no descarta la posibilidad de escribir ficción, nos confiesa que ya “estoy fuera de juego”.
“Una serie de malestares propios de la edad”, añade contando la tortura que era para él usar una máquina de dictado. Y añade que por el momento no tiene un proyecto para escribir.
Disciplina
Bryce Echenique recalca que, a pesar de la fama de bohemio que le ha perseguido toda su vida, él era muy metódico para escribir. Tanto así que en Montpellier se enfermó de tanto escribir.
Pero después de décadas dedicadas a las letras, ahora no le da angustia no tener que pensar en escribir.
“Hay otros proyectos extraliterarios, por decirlo de una forma. He dejado de leer bastante. Eso sí me preocupa. Agarro un libro y apenas lo leo. Lo último que he leído es el de Alonso Cueto, La Perricholi”.
Una revelación que hace es que se ocupa más de su videoteca que de su biblioteca. “Veo películas más películas, todas las noches”, añade. No tiene época preferida, pero el periodo que más le gusta es el del cine italiano de los años 1970.
Una pantalla para Julius
Siendo tan cinéfilo, confiesa que está muy emocionado por la próxima adaptación de su libro más conocido, Un mundo para Julius.
“Yo tengo mucha confianza en Rossana Diaz Costa (cineasta chalaca encargada del proyecto). Es una chica muy seria y es una loca del cine. Me ha mostrado un par de escenas y yo me he encontrado encantado”.
Recordó que Viaje a Tombuctú, anterior proyecto de Diaz, lo vio antes que darle el visto bueno. Acepta que hay un toque de nostalgia en la obra de ambos que los une.
Asimismo, aseveró que piensa no intervenir en el proceso creativo de la cineasta, aunque nunca le vaya a dejar de contestar alguna pregunta sobre la trama.
Sin saber
Una curiosidad que admite Bryce Echenique es que no puede explicar hasta el día de hoy cómo surgió la novela más icónica que haya escrito.
Según recuerda, las primeras páginas trataban de un periodista que investigaba la muerte de Julius. Y en algún momento, la trama cambió y se transformó en lo que ahora conocemos.
Tragedia y bohemia
Una confesión que hace Alfredo Bryce Echenique es la razón de una de sus más grandes crisis. Según nos relató, él en su vida profesional era reconocido por su puntualidad y eficiencia, en especial en el área académica.
Sin embargo, cuando llegó a dictar a Montpellier “se mezcló todo”. Recuerda que vivía un romance muy profundo. “Habíamos decidido casarnos, tener hijos y yo estaba muy feliz”.
Menciona que regresando de una cena de champaña y ostras, “choqué y ella murió”.
“Creo que allí desencadenó en mi un rechazo hacia la realidad por la soledad aguda, por la pérdida de esta persona que quise tanto”, hace memoria.
Aseveró que entró en una grave crisis que solo le permitía trabajar y trabajar. Escribía desde el almuerzo hasta la madrugada.
“Era una depresión activa, una forma de matarse de otra forma”, añadió como detalles.
De acuerdo al relato de Alfredo Bryce Echenique que convenció a sus doctores de que le permitan dictar clases en la universidad con una enfermera a su lado.
Indicó que, aunque la gente no lo crea, él es un bohemio disciplinado. Sin embargo, ya ha bajado su ritmo.
Siendo fiel a sus gustos de siempre volvió a reivindicar como referente a Stendhal. “La cartuja de Parma, mi favorita”, añadió.
Sobre el humor, se confesó devoto de Cervantes más que de Quevedo. No le gusta de este último el que se cebe en burlarse en los defectos de los demás.
Actualmente está enfocado en volver a ver las películas de Marilyn Monroe. Pero no pierde de vista el cine nacional. Nos menciona, como un buen ejemplo, El vientre, protagonizada por Vanessa Saba y dirigida por Daniel Rodríguez Risco.
No obstante, hay un género que no le llama la atención y no le provoca ver: Superhéroes.
Y una curiosidad que nos da casi despidiéndose. En España es conocido hincha del Athletic de Madrid y en el Perú del desaparecido Ciclistas Lima. “Pero aceptaría invitación del Sport Boys”, añade, bromeando con el hinchaje del autor de estas líneas.
(FIN) ECG
Publicado: 27/5/2019