Un total de 66 niños del distrito cajamarquino de La Encañada fueron infectados con fascioliasis hepática, enfermedad parasitológica zoonótica que afecta al ganado y también a humanos. Los menores vienen recibiendo tratamiento y seguimiento por parte del personal especializado de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Cajamarca.
Se trata de un
problema de salud pública que preocupa y se presenta en la zona rural. Los hábitos alimenticios son el factor de riesgo más significativos de infección por fasciola, siendo el consumo de agua no tratada, berros silvestres, chochos contaminados con metacercarias infecciosas la fuente de infección, sostuvo
Walter Anyaypoma Ocón, director de Epidemiología de la Diresa Cajamarca.

En entrevista con la Agencia Andina, el funcionario reveló que las condiciones sociales: pobreza, analfabetismo y defecación al aire libre, prolongan la transmisión; así como las condiciones ambientales. “Estamos dándole una importancia particular porque se ha identificado algunas zonas con una prevalencia que supera los estándares normales”.
Comentó que
en Cajamarca hay varios puntos endémicos de fasciola, donde la gente circula de manera continua, periódica. La
prevalencia está incrementándose en comunidades como Polloc en el distrito de La Encañada, también son zonas de riesgo provincias como Cajabamba, San Marcos, San Pablo y Celendín.
Según la investigación realizada por la Universidad Nacional de Cajamarca, la prevalencia se ubica entre 5 a 10% en escolares. Los 66 niños infectados se encuentran estables, reciben tratamiento y seguimiento por parte de la Diresa, suministrándole medicamentos como Triclabendazol.
Anyaypoma incidió en la importancia de cumplir el tratamiento, la medicación; no obstante, señaló que el problema exige ser abordado de manera integral en el aspecto social porque un factor de riesgo para el incremento de la enfermedad son las condiciones ambientales y las dificultades en garantizar agua segura, de calidad.

“Si no mejoramos estos componentes de manera integral como autoridades del sector, el problema transmisible de enfermedades puede producir una emergencia no solo de fascioliasis; también otros problemas asociados”, afirmó el Epidemiólogo.
Etapas aguda y crónica
La fasciola tiene etapas aguda y crónica. Los casos agudos podrían generar problemas gastrointestinales que deben tratarse en el momento para evitar que se convierta en un problema crónico. “Por eso la importancia de garantizar el tratamiento en el momento adecuado y en el tiempo que corresponde”, precisó el funcionario.
Los niños con fascioliasis hepática en La Encañada - de 5 a 11 años de edad -, están en etapa aguda, se encuentran estables siguiendo tratamiento oportuno. “La Diresa ha comenzado a mapear las zonas aledañas y hacer una investigación en otros grupos porque hay riesgo de que el problema no solamente esté focalizado en este lugar, probablemente haya expansión a otros lugares”, puntualizó.