La corrección política en el lenguaje es una forma de censura posmoderna que llega, en algunos casos, a extremos ridículos, afirmó el filólogo y miembro de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva.
En declaraciones a la Agencia Andina, indicó que este tipo de censura proviene de grupos de la sociedad civil, que son los que sin un poder establecido, "empiezan a imponer lo que se puede o lo que no se puede decir".
"Cada uno de nosotros al hablar nos retratamos, que es lo que somos en función de las palabras que usamos, pero las palabras no son culpables y luego además las palabras no son de uso obligatorio. La corrección política es una forma de censura que llega a extremos francamente ridículos", indicó.
Darío Villanueva agregó como ejemplo que en algunos casos no se puede utilizar la palabra "cadáver" sino que ahora hay que decir "persona no viva" o "persona metabólicamente diferente".
"¿Qué sentido tiene esto? Parece una broma, ¿no? Pero es una broma con matices preocupantes en algunos casos, y esto es lo que está sucediendo ahora en las redes sociales, que francamente ofrecen un espectáculo con frecuencia penoso", aseguró.
En otro momento, afirmó que la corrección política por parte de algunos grupos cuenta con instrumentos "para reprimir al que no acepta esa imposición".
"Que es lo que se llama la cancelación, es el ostracismo, si tú no adaptas estas fórmulas que muchas veces son eufemísticas y absurdas, pues cae sobre ti una proscripción", agregó.
Retiro de palabras
En otro momento, recordó que cuando fue director de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), recibió frecuentes llamados para exigir que se retiraran del diccionario palabras "en función del criterio de la corrección política".
"Bueno, yo me negué siempre a esto, ¿por qué? Porque las palabras que están en el diccionario son palabras que existen, que las ha creado la comunidad, pero no son obligatorias, es decir, nosotros no tenemos obligación de utilizar palabras que refieren a cosas que son desagradables", sostuvo.
Bulos
Sobre la existencia de los denominados bulos o noticias falsas, indicó que este es una mentira que se emite con el propósito de obtener algún beneficio.
"Esto también es grave desde el punto de vista del lenguaje porque la palabra tiene una referencia y hay un principio básico de toda comunicación y es que tú utilizas las palabras con la voluntad de que ellas reflejen realmente las cosas de las que estás hablando", refirió.
En ese sentido, consideró que los denominados bulos constituyen el rompimiento de ese vínculo necesario "entre la palabra y la verdad".
(FIN) JCC/JCR
JRA
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Publicado: 16/10/2025