Los 23,501 libros donados por el Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, a su ciudad natal Arequipa, tienen desde hace casi una década una fiel guardiana, Nelly Miranda Véliz, quien se hizo cargo de los ejemplares desde el primer día que llegaron a la ciudad blanca.
El 2015 Nelly, trabajadora del Gobierno Regional de Arequipa, fue designada para laborar en la Biblioteca Personal de Mario Vargas Llosa, una casona adquirida especialmente para albergar los libros donados por el escritor.
La primera remesa de libros donados a Arequipa llegaron en 2017, con una disposición expresa del premio Nobel de Literatura 2010, que aquellos libros con anotaciones no fueran exhibidos hasta después de su muerte.
El personal de la biblioteca identificó entre el total de libros donados 11,271 ejemplares, todos con alguna anotación en sus páginas interiores, pero que desde el martes 14 de octubre podrán ser consultados y analizados.
Nelly no puede evitar emocionarse al hablar del tema porque después de varios años de proteger y cuidar que estos ejemplares no fueran abiertos, hoy es testigo de la apertura del primer libro con anotaciones hechas por el Premio Nobel, y siente como si una parte muy personal de él quedará expuesta.
"Me pongo así porque esos libros que tanto cuidó don Mario Vargas Llosa y que aprendí a querer, y al ser abiertos al público, me recuerda que él ya no está entre nosotros", sostuvo Nelly Miranda, quien por años veló se cumpla la voluntad del escritor.
Ella recuerda también que fue el mismo Nobel de Literatura, quien se presentó de imprevisto en la biblioteca y pidió su permanencia como responsable del cuidado de sus libros.
Esto ocurrió en julio de 2019, unos meses antes Nelly estaba atravesando situaciones adversas, solo por hacer cumplir la disposición de Mario Vargas Llosa, de que sus libros con anotaciones no sean vistos por el público hasta después de su partida.
Esto porque uno de los directores de la biblioteca personal de la época pretendía desconocer el compromiso asumido por el gobierno regional de Arequipa que tenía la custodia de los ejemplares. Esto desencadenó una serie de situaciones laborales desagradables para Nelly.
"Después de unos meses llegué incluso a pedir mi cambio, luego decidí escribir un correo electrónico a la familia de don Mario informando lo que estaba ocurriendo, unas semanas después me respondieron diciendo que esperara y así lo hice. Pero nunca me imaginé que sería el mismo Premio Nobel, quien llegaría hasta la biblioteca para pedir mi permanencia en el cargo", cuenta Nelly evidentemente aún conmovida a pesar del tiempo transcurrido.
La guardiana recuerda ese momento con lágrimas en ojos, porque nunca imaginó que el mismo escritor arequipeño se presentara en la biblioteca y se entrevistara con el director de turno y le manifestará su deseo de que ella siga como cuidadora de sus libros.
Nelly cuida los más de 23 mil libros que reposan en la biblioteca, los cuales aprendió a querer todos estos años y custodia celosamente como cree lo haría el mismo Mario Vargas Llosa.
"Imagino que para don Mario fue difícil donar sus libros, eso se nota porque al abrir las cajas que llegaban con los libros se podía ver que todos los ejemplares estaban muy bien cuidados. Solo su amor por Arequipa hizo que los donara a su ciudad", manifestó Nelly Miranda quien sigue como guardiana de los miles de libros del Nobel de Literatura.
Con llaves en mano de las vitrinas que albergan los libros, Nelly recorre las diversas salas donde reposan los ejemplares donados por el escritor que nació en esta ciudad, pero no creció en ella, pero aprendió a quererla a través de sus padres que la llevaron siempre con ellos a las ciudades donde vivieron, contó Mario Vargas Llosa.
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