En Puno, tras el reporte de la muerte de un ejemplar de oso andino (Tremarctos ornatus) en el distrito de Sandia, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), órgano adscrito al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), hace un llamado a los pobladores de la amazonía puneña a vivir en armonía con los animales silvestres que habitan en esta zona, ya que estos cumplen un importante rol en los ecosistemas.
El hallazgo del oso andino muerto se dio tras la denuncia en redes sociales sobre la muerte del espécimen por envenenamiento. Personal de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Puno, oficina desconcentrada del Serfor, se dirigió a Sandia para constatar el hecho.
Tras lo sucedido, Rosendo Vilca Mamani, Administrador Técnico del Serfor Puno refirió que el hábitat del oso andino está siendo afectado por el cambio de uso de suelo sin autorización para la agricultura y ganadería extensiva. Agregó además que “con el entorno fragmentado, sus poblaciones se reducen y quedan prácticamente aislados, lo que a su vez limita su acceso a sitios de alimento y de cría”.
Asimismo, indicó que la apertura de carreteras sin ninguna autorización a centros poblados es otro factor que agrava el problema porque fragmenta y perturba el hábitat del oso andino. Por ello, “es necesario realizar un manejo adecuado de la agricultura y mejorar el manejo del ganado doméstico.
Se debe aprender a vivir en armonía con el ‘jardinero de los bosques’ y reconocer la importancia de su conservación y de los ecosistemas donde habita, así como los beneficios ecológicos, económicos y sociales que brinda”.
Se debe recordar que el oso andino cumple un rol importante en los ecosistemas donde habita, gracias a sus hábitos vegetarianos y frugívoros (se alimenta de frutas, achupallas, raíces y cortezas). Al alimentarse y movilizarse dispersa las semillas de los frutos, con lo cual promueve la regeneración de los bosques.
También contribuye con el equilibrio natural de los bosques, ya que al subir a los arboles y por su gran peso y tamaño, quiebra algunas ramas, con lo cual permite que los rayos solares lleguen a las zonas bajas propiciando el crecimiento de la vegetación. Asimismo actúa como un polinizador al transportar el polen de diversas plantas en su pelaje. Su presencia es un indicador del buen estado de salud del ecosistema del bosque nublado.
El papel del oso andino como depredador es bajo o casi nulo porque son omnívoros y oportunistas. Comen carne solo de manera esporádica (la proporción de carne que ingiere sería menor al 10% de su dieta total). La mayor parte de su dieta se centra en plantas.
No obstante, el conflicto con esta especie en algunas zonas de la amazonia puneña de debe específicamente por la invasión y fragmentación de sus hábitats, debido a la ganadería extensiva que se efectúa en estas zonas, donde el ganado se encuentra desplazado de forma libre y sin vigilancia en los pastizales y matorrales del distrito. Esto hace que el ganado pueda sufrir posibles ataques de un oso andino.
El Serfor recuerda que el oso andino es una especie protegida por el Estado. Se encuentra categorizado como Vulnerable por el Decreto Supremo Nª 004-2014-MINAGRI. Su caza está prohibida, así como la captura, tenencia, transporte o comercialización de individuos y de sus partes.