La Radio Filarmonía cumple tres décadas dedicada a la difusión de música, en especial clásica, y a la promoción de diferentes manifestaciones artísticas.
Hace 30 años, con tan solo 200 discos, una nueva radio
apareció en el dial peruano con la idea de difundir la música clásica: Radio
Sol Armonía. Ese era el nombre que tuvo en sus inicios Filaromonía, estación
que dirige Martha Mifflin desde esa época.
La vocera de Filarmonía explica a la Agencia de Noticias Andina
que su primer nombre se debía porque alquilaban las ondas de Radio El Sol, pero
que variaron cuando tuvieron que buscarse otro espacio.
El dueño de esa frecuencia recibió una oferta de una cadena,
y aunque Filarmonía tuvo la primera opción de compra, no pudo igualar la
propuesta.
Era el año 2000 y el destino de ese espacio para la cultura
parecía condenado a desaparecer.
Sin embargo, gracias a los buenos oficios de Javier Pérez de
Cuéllar –en ese entonces presidente del Gabinete– y a la buena voluntad de otra
radio, se consiguió la frecuencia por la que ahora se le conoce: 102.7 FM.
Labor
La sorprendente colección de música con la que cuenta
Filarmonía empezó de forma fortuita.
Según refiere Mifflin, una embajada le ofreció un paquete de
música de su país, temas que incluyeron en su programación.
Esa primera donación tuvo efecto cadena, convirtiendo a
Filarmonía en la única opción del espectro radial que transmite la producción
clásica de numerosas naciones.
Pero esta estación, cuyo público es más de la mitad
proveniente de los conos y que durante el terrorismo sus instalaciones fueron
tomadas un par de veces, todavía tiene problemas que sortear. El más urgente es
el referido a su local.
Después de alrededor de una década, la radio tendrá que
devolver la acogedora casona barranquina que alquilaba. El plazo vencerá en
junio de 2015.
Pero mientras ven cómo sortear de nuevo las adversidades, se
continúa con las actividades. Miflin señala que seguirán organizando conciertos
de gala y los educativos en barrios populares.
(FIN) ECG
Publicado: 11/8/2014