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Proyecto Hope: 150 jóvenes quedan listos para insertarse en el mercado laboral

Programa reunió a jóvenes de Cusco, Lima, Ucayali, Piura y Loreto y extranjeros con edades entre 18 y 22 años

Sebastián Rivadeneyra, egresado del Proyecto Hope que impulsa Prisma. Foto:  ANDINA/Difusión

Sebastián Rivadeneyra, egresado del Proyecto Hope que impulsa Prisma. Foto: ANDINA/Difusión

18:44 | Lima, feb. 15.

Sebastián Rivadeneyra León es un joven con discapacidad visual que ahora siente que su futuro es más prometedor.

¿La razón de su optimismo? Ha culminado con éxito su capacitación como parte del Proyecto Hope, programa de oportunidades laborales para jóvenes, donde desarrolló habilidades socioemocionales para la empleabilidad, competencias y ciudadanía digitales y dominio del inglés básico. 

Sebastián, orgulloso egresado del proyecto Hope, siente que la vida le ha dado una gran oportunidad para demostrar su potencial y fortalezas.

“Llevamos cursos de diseño y edición, pero el que más me gustó fue el de inglés: este idioma me ayudará a comunicarme con personas del extranjero y a desenvolverme mejor en el ámbito laboral”, resalta el joven participante.

“Agradezco a Prisma y a la Embajada de Estados Unidos en Perú por habernos dado la oportunidad –enfatiza–, porque lo que nosotros queremos es trabajar”.


Con espíritu emprendedor

En el mismo sentido, Sonia Rojas Santana siente que está mucho más preparada para enfrentar la vida. A través de sesiones experienciales los jóvenes han trabajado sus competencias socioemocionales y lograron fortalecer su autocontrol, autoestima y automotivación.

Todo ello garantiza que los egresados del programa gestionen de manera satisfactoria su ejercicio laboral. 

“El proyecto Hope me ha ayudado a organizar mis pensamientos y a tener más claros mis objetivos. En el futuro me gustaría ser mi propia jefa, emprender un negocio, salir adelante con mi propio esfuerzo. Por ello, saber más de habilidades blandas me ayudará mucho para lograr esa meta”, dice Sonia.

El programa también dio oportunidad a estudiantes extranjeros. Ese es el caso de Angely Díaz, una joven venezolana que agradece por la convocatoria para seguir esta capacitación y mejorar sus posibilidades de conseguir un trabajo seguro y adecuadamente remunerado.

“Después de esta experiencia me veo más motivada y con más ganas de seguir aprendiendo, de luchar por mis sueños”, confiesa Angely.


Herramientas para la vida

Durante la pandemia, muchos jóvenes fueron afectados en la economía familiar. Unos perdieron sus empleos y otros tuvieron que abandonar los estudios universitarios para dedicarse a oficios temporales que les permitieran sobrevivir.

El proyecto Hope ha capacitado a jóvenes para utilizar tanto el hardware como el software para automatizar el procesamiento y flujo de la información dentro de una empresa. 

Ahora son capaces de crear, digitalizar, almacenar, analizar y comunicar la mayor parte de las tareas rutinarias dentro de la oficina, utilizando diversas herramientas. Así, también los han capacitado en el uso de herramientas básicas de diseño gráfico para el manejo de redes sociales de una empresa.


Apoyo del sector privado

Por ello, Pilar Díaz Bautista –otra de las egresadas– destaca la ventaja de haber sido capacitados y recibir certificaciones de reconocidas empresas privadas, como el Grupo Romero, la Fundación Telefónica y Cisco.

“No sólo te capacitan en el manejo de herramientas digitales, sino también en el manejo de emociones y crecimiento personal en el ámbito laboral y personal. El proyecto Hope nos da herramientas para encontrar un buen trabajo y estamos aptos para laborar en cualquier empresa que nos brinde la oportunidad de mostrar lo que hemos aprendido en estos meses”, afirma Pilar.

Hope es un proyecto implementado por Prisma ONG y auspiciado por la Embajada de Estados Unidos, uno de cuyos objetivos es reactivar las oportunidades de los jóvenes en la etapa pospandemia. 


Un futuro mejor

Con el proyecto Hope se capacitó a más de 150 jóvenes de Cusco, Lima, Ucayali, Piura y Loreto, cuyas edades oscilan entre los 18 y 22 años.

“Estamos promoviendo que los mejores estudiantes realicen pasantías en importantes empresas de la región. Gracias al apoyo de la empresa privada y las instituciones públicas, seguiremos consolidando un futuro mejor para ellos y sus familias”, acota Diego Fernández-Concha, director de Planeamiento y Desarrollo de Prisma ONG.

Prisma es una organización que cuenta con más de 35 años de experiencia desarrollando proyectos educativos en Perú, América Latina y África, en coordinación con gobiernos centrales, regionales y locales, la sociedad civil, instituciones académicas y empresas privadas, en beneficio de jóvenes de escasos recursos económicos.


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(FIN) NDP/CCH

Publicado: 15/2/2022