El escritor piurano Roger Santiváñez presenta una antología personal sobre sus obras más destacadas. Explicó que este trabajo le permitió ver su evolución conversacional a lo neobarroco.
A la obra de Roger Santiváñez la ha marcado la cercanía con los ríos. En Lima, vecino del distrito del Rímac, escribió sobre la violencia urbana de la ciudad a orillas del Río Hablador.
En Estados Unidos, donde reside actualmente, escribe en la ribera del río Cooper. “Una poesía más eglógica, virgílica, pastoril, donde imagino ninfas y gnomos”.
En el programa De Cazuela de la Agencia de Noticias Andina hizo notar detalles como este a razón del lanzamiento de Ofertorio, antología poética suya personal.
Revisando el camino
Santiváñez contó que al revisar sus libros se percató cómo fue que su estilo evolucionó desde una propuesta conversacional a una más cercana a lo que llama neobarroco. Explicó que en sus inicios estaba influido por las corrientes que eran del agrado de su generación.
Sin embargo, poco a poco antes de partir a Norteamérica, empezó a virar y acercarse a una propuesta en la que el lenguaje proporciona su propia luz.
“Yo decidí hacer una separación temática para darle una estructura al libro”, reveló el poeta. Entre los temas por los que decidió están los textos dedicados al rock, al amor, a su nuevo entorno norteamericano, a su natal Piura y una sección de poemas que imitan al estilo de José Watanabe.
Otro dato que proporcionó es que sus intereses como lector siguen constantes. “Siempre leo a los grandes maestros que me enseñaron tanto como Rimbaud, Mallarme, Baudalaire. Siempre los tengo allí. También hago incursiones cotidianas a Erza Pound, Vallejo y Lezama Lima”.
A ello suma lo que llama “poesía gringa” que también le gusta.
(FIN) ECG
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Publicado: 2/8/2018