¡Campeones! Escolares peruanos obtuvieron medallas de oro, plata y bronce en la Olimpiada Rioplatense de Matemática desarrollada del 3 al 8 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
La delegación peruana, que tuvo un recibimiento especial en el aeropuerto Jorge Chávez, estuvo conformada por dos grupos: nivel 1 (primero y segundo de secundaria) y nivel 2 (tercero y cuarto de secundaria).
La medalla de oro fue para Ángel Cuya Fierro, de 12 años, quien superó a sus competidores de Brasil, Bolivia, México, Uruguay, Paraguay y el mismo anfitrión Argentina. Esta es la primera vez que Ángel, estudiante del colegio Prolog, participa en una competencia internacional.
Los otros integrantes del nivel 1, Kevin Pomassonco Sulca (colegio Prolog) y Vladimir Gonzáles Romero (del colegio Jorge Basadre de Chiclayo) ganaron para el Perú medalla de plata y de bronce, respectivamente.
En el nivel 2, los estudiantes Sebastián Lozada Gálvez y Leandro Alvarado Bravo ganaron medalla de plata y medalla de bronce, respectivamente. Ambos son del colegio Saco Oliveros. Los profesores líderes de la delegación fueron Jorge Tipe y Fernando Manrique Montañez.
La competencia congregó la participación de más de 70 alumnos de los diferentes países participantes. Los exámenes se realizaron en dos días; a cada concursante se entregaron 6 problemas con un tiempo de resolución de tres horas y media por cada día.
Historias de sacrificio
Ángel Cuya Fierro, cinturón negro en karate, es hijo de padres docentes y amantes de las matemáticas, quienes han manifestado su profundo orgullo por los logros del adolescente.
“Nuestro hijo es un niño introvertido, pero ama las matemáticas, así como la música y el karate. Su tiempo lo distribuye muy bien en estas actividades y, a pesar que nosotros hemos querido ayudar más en sus estudios, Ángel ha demostrado superarnos ampliamente en su destreza y preparación”, dijo su madre, Mery Fierro.
En tanto, Kevin Pomasoncco Sulca, matemático por excelencia, es el segundo de tres hermano. Su madre es ama de casa y su papá trabajador en construcción. Su pasión por las matemáticas se inició desde muy pequeño, pues a los 6 años ya empezó a ganar medallas en concursos escolares de Matemática.
“Nosotros como padres sólo hemos podido inculcar en nuestros hijos el deseo de salir adelante, quizás como padres no tenemos una profesión, pero creemos que el ejemplo de salir adelante que les hemos dado, acompañándolo en sus largas horas de estudio ha dado buenos frutos”, manifiestan los padres de Kevin.
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(FIN) RRC