El Perú ocupa el puesto 63 en el ranking de Competitividad 2018, de un total de 140 países que participan en la medición realizada por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), indicó hoy el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Con estos resultados, el Perú mantiene la sexta posición en Latinoamérica (18 países), ubicación que mantiene del ranking 2017, después de Chile (puesto 33), México (puesto 46), Uruguay (puesto 53), Costa Rica (puesto 55) y Colombia (puesto 60).
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, destacó que al ser la competitividad un concepto multidimensional y multisectorial, las soluciones propuestas por el sector público pueden ser más efectivas si nacen de un trabajo cercano y articulado con el sector privado y la academia.
“La Política Nacional de Competitividad y Productividad, que viene elaborando el Ministerio de Economía y Finanzas, incorporará dentro de sus objetivos estratégicos medidas para el impulso de los nuevos pilares que conforman el ranking de competitividad WEF”, explicó.
En ese sentido, señaló que se incidirá en aquellos pilares que tiene un menor desempeño como: Adopción de Tecnologías de la Información y Comunicación - TIC (94), Dinamismo de Negocios (92), Instituciones (90) y Capacidad de Innovación (89).
Resultados de los pilares
De los 12 pilares que se evalúa el WEF en el ranking de Competitividad 2018, en cinco de ellos el Perú ocupa un lugar en la primera mitad de la lista.
La mejor posición de Perú es la del pilar de estabilidad macroeconómica en la que está en primer lugar en el ranking, posición que es compartida por otros 30 países del mundo.
En el pilar salud, el país ocupa el puesto 31, debido a la mejora del indicador expectativa de vida.
Asimismo, el Perú se ubicó en el lugar 49 en el pilar tamaño de mercado y el puesto 50 en el pilar mercado productivo. Este último se explica por la disminución de los efectos de distorsión de impuestos y subsidios en competencia.
En el caso del pilar sistema Financiero se ocupa el puesto 63. Este pilar se mide por el porcentaje de capitalización del mercado, la brecha de crédito y el financiamiento de las Pyme.
Pero hay otros siete pilares en los que el Perú está en la segunda mitad del ranking de competitividad.
En el pilar mercado laboral, ocupa el puesto 72; en el de habilidades, el puesto 83; en el de infraestructura, el puesto 85; en el de capacidad de innovación, el lugar 89; en el pilar instituciones se ocupa el lugar 90; en el dinamismo de negocios, se logró el puesto 92 y en adopción de tecnologías de información y comunicación, el lugar 94.
Estos pilares de competitividad constituyen áreas de oportunidad de mejora en el país.
Metodología
El Ranking de Competitividad del Foro Económico Mundial mide la competitividad de 140 economías, en 12 pilares, compuestos por 98 indicadores, de los cuales 64 son nuevos indicadores y solo 34 se mantienen de la antigua metodología.
La edición 2018 del Ranking de Competitividad WEF 2018 corresponde a un cambio metodológico respecto a las ediciones anteriores. La metodología captura los determinantes estructurales de la productividad y el crecimiento en un contexto de la Cuarta Revolución Industrial.
Esta medición sincera la ubicación del Perú a su real nivel de competitividad en un entorno de cambios tecnológicos.
Entre los determinantes estructurales de la nueva metodología se considera:
1) Resiliencia.
Desarrollo de mecanismos económicos para prevenir crisis financieras y de desempleo, así como para responder a los choques externos.
2) Agilidad, adaptado al cambio.
Los sectores público y privado deben ser capaces de adaptarse rápidamente a la forma en que operan y aprovechar las oportunidades para producir bienes o prestar servicios mediante el aprovechamiento de la tecnología.
3) Construcción de un ecosistema de innovación.
Donde la innovación se incentiva a todos los niveles y a todas las partes interesadas; y se contribuye a crear condiciones para la creación de nuevas ideas para emerger, ser financiadas y comercializadas como nuevos productos y servicios.
4) Adopción de un enfoque de la economía centrado en el desarrollo del ser humano.
Las políticas deben favorecer el desempeño de los seres humanos para promover el crecimiento económico en el largo plazo.
Además, la edición 2018 del ranking se basa mayormente en data dura – datos estadísticos (55%), en lugar de datos de percepción (45%). En años anteriores, los datos de percepción ascendieron al 70%.
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Publicado: 16/10/2018