La creación de esta área natural protegida apuntó a promover y facilitar la investigación, educación y recreación, así como contribuir a la preservación del patrimonio arqueológico. Su presencia contribuye al reconocimiento y protección de la diversidad cultural y a la autodeterminación de los pueblos indígenas del área.
El Parque Nacional del Manu protege una de las zonas más importantes del planeta en cuanto a megadiversidad de especies biológicas. Su gran extensión atraviesa frígidas punas que sobrepasan los 4,000 metros de altitud, agrestes montañas boscosas que dan origen a una multitud de pequeñas quebradas y valles, bosques nublados de selva alta, y finalmente el llano amazónico.
Este magnífico y único escenario natural incluye un amplio y complejo sistema hidrográfico y garantiza la presencia de una diversidad de ecosistemas poco intervenidos por el ser humano.
En estas circunstancias, la diversidad biológica que alberga el Parque Nacional del Manu se manifiesta en todo su potencial en un paisaje único en el planeta.
Desde 1977 el Parque Nacional del Manu ostenta el estatus de Reserva de Biósfera. A su vez, en 1987 fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad otorgado por Unesco.
Comunidades locales
Los bosques tropicales del Manu han permitido que los procesos ecológicos y evolutivos se realicen casi sin la presencia del hombre. Sin embargo, en la zona existe también una enorme riqueza cultural, representada por las actuales poblaciones indígenas en diferentes niveles de contacto con el exterior, y un patrimonio arqueológico aún no revelado en toda su magnitud.
En sus fronteras se encuentra la Reserva Territorial de los grupos étnicos Kugapakori y Nahua; el Santuario Nacional Megantoni y la Reserva Comunal Amarakaeri.
Las comunidades de los Yora, Mashko-Piro, Matsiguenka, Harakmbut, Wachipaeri y Yine habitan ancestralmente entre los bosques y ríos de estas selvas. Por su parte, las comunidades de Tayakome y Yomibato son reconocidas dentro del área. Ambas se ubican en la zona alta del río Manu.
En el sector suroeste existe una asociación de agricultores conocida como Callanga. Además, en el sector noroeste adyacente al Parque Nacional del Manu, y en el interior, existe un número no determinado de poblaciones indígenas en aislamiento voluntario.
Fauna y flora
El Parque Nacional del Manu alberga una gran cantidad de especies de fauna silvestre. Se ha registrado cerca de 160 especies de mamíferos, más de 1,000 especies de aves (en su mayoría residentes), alrededor de 140 especies de anfibios, 50 especies de serpientes, 40 de lagartijas, 6 de tortugas, 3 de caimanes y 210 de peces.
Entre los mamíferos grandes destaca el otorongo (Panthera onca), el tigre negro (Felis yagouaroundi), la sachavaca (Tapirus terrestris), la huangana (Tayassu pecari), el sajino (Tayassu tajacu), el venado (Mazama americana), el venado cenizo (Odocoileus virginianus).
También el lobo de río (Pteronura brasiliensis), el ronsoco (Hydrochoerus hydrochaeris), el coto mono (Alouatta seniculus), el maquisapa negro (Ateles paniscus), mono choro (Lagothrix lagotricha), el mono machín blanco (Cebus albifrons) y el mono machín negro (Cebus apella).
Por otro lado, el número de insectos en el Parque Nacional del Manu se estima en cerca de 30 especies. Se ha registrado más de 1,300 especies de mariposas, 136 de libélulas, al menos 300 de hormigas (en un solo árbol se encontraron más de 40 especies) y más de 650 de escarabajos.
En lo que respecta a la flora del Parque Nacional del Manu, el número de especies vegetales es muy elevado. Los diversos registros indican que por lo menos existen 162 familias; 1,191 géneros y 4,385 especies identificadas. En una sola hectárea se llegó a encontrar hasta 250 variedades de árboles.
Los bosques de aguajales son uno de los ecosistemas más resaltantes, donde las palmeras de aguaje (Mauritia flexuosa) y de huasaí (Euterpe precatoria) son las dominantes. Se desarrollan sobre áreas casi permanentemente inundadas, especialmente en la margen derecha del río Manu.
También destaca la presencia del cedro (Cedrela sp.), del cético (Cecropia sp.), del tornillo (Cedrelinga catenaeformis), de la castaña (Bertholletia excelsa), de la lupuna (Chorisia sp.) y del jebe (Hevea brasiliensis).
Rutas turísticas
En la cuenca baja del río Manu se puede apreciar la exuberancia de la llanura amazónica. Se ha destinado cinco zonas para la visita, en donde se concentra una alta diversidad de flora y fauna silvestre. Se trata de las cochas (lagos en forma de herradura) Salvador, Otorongo y Juárez, así como los sectores de Pakitza y Limonal.
En estas zonas existe una gran variedad de circuitos y senderos para apreciar la belleza de la selva tropical. Destacan también las cochas donde es posible observar especies que en otros ecosistemas han desaparecido, como el lobo de río y el lagarto negro.
Otro atractivo son los bosques en ambas márgenes del río Manu, donde no sólo es posible observar gran variedad de flora, sino numerosa fauna asociada. Un hito de atracción son las colpas, donde acuden numerosas especies de fauna. Los aguajales también posibilitan la concentración de fauna típica, como los guacamayos.
El mirador de Tres Cruces, en el extremo sur del Parque Nacional del Manu, permite apreciar espectaculares salidas de sol a más de 3,600 metros sobre la llanura amazónica. A través de un fenómeno óptico que ocurre especialmente entre mayo y agosto, cuando el cielo está despejado, se tiene la impresión de que el sol aparece dos veces en un mismo amanecer.
Además, se puede apreciar dos vistas panorámicas opuestas: la serranía al sur y el impenetrable bosque nublado al norte. Desde este lugar se puede tomar un circuito pedestre señalizado de aproximadamente siete kilómetros (3 horas de recorrido), desde el puesto de vigilancia de Acjanaco hasta el fundo Pillahuata.
El Parque Nacional del Manu posee uno de los más renombrados centros de investigación para los trópicos: la estación biológica de Cocha Cashu. Asimismo, en la cuenca baja del río Manu existen cinco zonas de campamento, tres miradores o espigones, así como tres albergues en cesión de uso.
También se instaló una torre metálica de 18 metros de altura en la cocha Otorongo y un sendero elevado con plataforma en el sector Limonal. Además, se puede visitar el Centro de Interpretación ubicado en el puesto de vigilancia El Limonal.
(FIN) LZD/MAO