Entre el 10 % y el 15 % de los pacientes del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña padece
, una enfermedad caracterizada por los valores altos de glucosa en la sangre, advirtió el doctor Oswaldo Núñez Almache, quien subrayó la necesidad de vigilar la alimentación infantil y reducir el consumo de productos ultraprocesados.
El especialista alertó que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo y que su incidencia ha aumentado de manera significativa, sobre todo después de la pandemia.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes, explicó el endocrinólogo, es un grupo de enfermedades metabólicas crónicas caracterizadas por niveles elevados de glucosa en la sangre (hiperglucemia). Cuando esta condición se mantiene de forma sostenida, se confirma el diagnóstico de la enfermedad. Puede tener un origen hereditario o presentarse por una alteración genética, convirtiendo al paciente en el primer caso dentro de su familia.
Tres tipos de diabetes
Existen varios tipos de diabetes. La tipo 1 es la más frecuente entre los niños y tiene un origen autoinmune: el sistema inmunitario destruye las células del páncreas encargadas de producir insulina. La tipo 2, asociada al sobrepeso y el sedentarismo, puede controlarse inicialmente con dieta, ejercicio y medicamentos orales, aunque en algunos casos se requiere insulina. Finalmente, la llamada diabetes monogénica se produce por mutaciones en un solo gen y se divide en dos variantes: la neonatal (NDM) y la de inicio en el joven adulto (MODY).
“Cada vez se van describiendo más casos de diabetes tipo MODY en los jóvenes. Muchos desconocen que tienen esta enfermedad porque no presentan molestias y solo se descubre al realizarse un examen rutinario donde aparecen valores de glucosa altos”, explicó.
Hasta 2024, el INSN de Breña ha atendido a 795 pacientes menores con diabetes, y solo este año se han diagnosticado 50 nuevos casos.
La antesala del diagnóstico: la prediabetes
El Dr. Núñez explicó que la prediabetes es una etapa previa a la enfermedad crónica, en la que los niveles de glucosa son elevados, pero aún no lo suficiente para confirmar el diagnóstico. Detectarla requiere no solo un examen de glucosa en sangre, sino también pruebas de anticuerpos para determinar el tipo de diabetes que presenta el menor.
"Por lo general, decimos que mientras que la glucosa no haya superado constantemente el valor de 126 mg/dL en ayunas o de 200 mg/dL en cualquier momento del día, hablaríamos de una prediabetes. Sin embargo, estas cifras deben interpretarse con cautela en los niños, ya que existen múltiples factores que pueden influir, como el estrés”, subrayó.
Un debut peligroso: la cetoacidosis diabética
Según el especialista, la diabetes suele debutar en niños y adolescentes con un episodio de cetoacidosis. Esta situación conlleva un alto riesgo de muerte por la gravedad de sus síntomas y porque a veces suele confundirse con otras enfermedades.
La cetoacidosis ocurre cuando el organismo, al no disponer de suficiente insulina, produce cuerpos cetónicos que alteran el equilibrio del pH sanguíneo. "Cuando el pH baja demasiado, el cerebro se expone a traumas o, en otros casos, puede provocar fallas cardíacas", explicó.
Los síntomas que pueden desencadenar una cetoacidosis son los siguientes:
-El niño presenta excesiva sed (polidipsia)
-Orinar demasiado y a cada momento (poliuria)
-Tener mucha hambre (polifagia). Por lo general, este síntoma se presenta en los adultos. En cambio, en los niños es la falta de apetito y pérdida de peso.
El médico indicó que, de no tratarse a tiempo, esta sintomatología puede perjudicar diversos órganos, como los riñones, el corazón y dejar secuelas para toda la vida.
¿Se puede curar la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica y que dura de por vida, advirtió el galeno. No obstante, refirió que la diabetes mellitus neonatal puede ser transitoria y desaparecer en pocos meses. Los síntomas de la diabetes neonatal suelen manifestarse inmediatamente después del nacimiento, aunque algunos casos pueden manifestarse hasta los 12 meses de vida.
¿Qué tratamiento seguir?
El médico endocrinólogo del INSN Breña señaló que los niños con diabetes pueden disfrutar de una infancia y adolescencia prácticamente normal, siempre que mantengan la enfermedad bajo control. Destacó que es fundamental monitorear diariamente los niveles de azúcar en la sangre y recordó que, por lo general, esta condición se trata con terapia de insulina administrada varias veces al día.
Además de la medicación, y esto es fundamental, la familia del niño o niña debe adoptar hábitos de vida saludable, lo que implica una alimentación balanceada y la práctica regular de actividad física, como caminatas diarias de al menos 30 minutos.
“El niño que presente cualquier tipo de diabetes debe modificar su estilo de vida. Los padres deben entender que no se trata de restringir los alimentos, sino de distribuirlos de manera adecuada”, subrayó.