Una réplica de magnitud 6,7 sacudió este viernes la isla meridional de Mindanao, en Filipinas, y activó una nueva alerta de tsunami, pocas horas después del fuerte sismo de magnitud 7,4 que dejó al menos dos fallecidos en la misma zona.
El nuevo movimiento telúrico se registró a las 19:12 hora local (11:12 GMT), a una profundidad de 62 kilómetros y con epicentro a unos 24 kilómetros de la ciudad de Santiago, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Los parámetros son similares a los del primer terremoto, ocurrido unas diez horas antes.
La Agencia Sismológica de Filipinas (Phivolcs) activó de inmediato la alerta de tsunami, como hizo tras el sismo inicial, aunque la retiró horas más tarde. La entidad advirtió que las olas podrían superar el metro de altura sobre el nivel del mar en las próximas dos horas, y recomendó evacuaciones preventivas en las provincias de Surigao del Sur, Davao Oriental y Surigao del Norte.
Phivolcs reportó cerca de 180 réplicas tras el primer terremoto, ocurrido apenas diez días después de otro sismo de magnitud 6,9 que golpeó la isla de Cebú, en el centro del archipiélago, y dejó 74 víctimas mortales.
“El terremoto de Cebú fue aún más destructivo debido a que el epicentro se localizó a menos de 20 kilómetros de zonas pobladas y a una profundidad de solo 10 kilómetros”, explicó el director de Phivolcs, Teresito Bacolcol, en una rueda de prensa citada por medios locales.
Filipinas se encuentra sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las regiones con mayor actividad sísmica y volcánica del planeta, donde se registran cada año unos 7,000 terremotos, en su mayoría de intensidad moderada.