La decisión se adoptó luego de haber asumido el compromiso conjunto con las instituciones que integran la
Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM), autoridades municipales de Machu Picchu y Ollantaytambo, directivos de la Cámara de Comercio y dirigentes de organizaciones sociales para garantizar la seguridad del monumento y de los servicios de transporte.
La reapertura responde a la necesidad de apostar por el diálogo y la paz, en el contexto del trabajo articulado entre las autoridades y la población, que requieren la reanudación de la actividad cultural y la reactivación económica de la región Cusco, ubicada en el sur peruano.