Como se recuerda, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha impulsado un
proyecto de decreto supremo que busca modificar algunos puntos del Reglamento Nacional de Tránsito con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito y el número de fallecidos a causa del exceso de velocidad.
“A mayor velocidad, mayor peligro”, indica el especialista, a partir de 50 km/h las lesiones son muy graves e incluso pueden derivar a la muerte. Entonces, disminuir la velocidad en la ciudad es bueno.
Pero “¿qué va a pasar en la avenida Argentina, Colonial, que son amplias?, ¿o cualquier otra avenida como Javier Prado?” Desarrollarán mayor velocidad porque no hay nadie que los controle, pero si hay cámaras a lo largo de la avenida ya van a pensarlo dos veces, como es el caso de Callao, dice, donde los taxistas no quieren ir por ese motivo y donde al cruzar la frontera los conductores aumentan la velocidad.
Por otro lado, la Policía Nacional "no puede estar en todas" con un
cinemómetro, un dispositivo frecuentemente usado en el país para medir la velocidad de un automóvil en tiempo real, debido a que la institución solo dispone de entre 20 o 25 de ellos, que además fueron donados por el municipio.
“A mí me da mucha pena, no quiero ser aguafiestas para el Estado o para el MTC. A veces sacan normas que tengo saludar y decir que están muy bien, pero hay normas como estas que son incompletas. Si por lo menos se hubiera implementado controles electrónicos en toda la ciudad y dijera ‘vamos a bajar la velocidad’, excelente, porque habrá una manera de sancionar a ese conductor”, afirmó.
En Lima, la implementación de estos controles se está discutiendo por años, sostiene. No se pudo replicar la acción de Callao porque la empresa concesionaria iba a tomar un porcentaje de las papeletas. Sin embargo, Quispe propuso cambiar la norma para crear una figura donde se pueda realizar, pero ya han pasado más de 10 años y aún no se concreta. “
No se ponen cámaras porque simplemente el Estado mismo se pone trabas”, lamenta.
La educación es la solución
Según la perspectiva de Quispe Candia, en el Perú prevalece una idiosincrasia de desconocimiento e incumplimiento de las reglas de tránsito, y que es la principal causante de los accidentes en la ciudad. Es por ello que plantea algunas soluciones en torno a este pilar fundamental.
El directivo explica que si bien las estadísticas señalaban que la primera causa de accidentes de tránsito era el exceso de velocidad, desde hace tres años ya ocupa el segundo lugar tras ser superado por la imprudencia del conductor. Seguidamente, la tercera causa es la ingesta de licor y la cuarta, la imprudencia del peatón.
“La estadística nos está diciendo que es la conducta del conductor quien motiva los accidentes; el exceso de velocidad es tan imprudente como cualquier otra maniobra, como cruzar la luz roja. Entonces, esta medida no va a tener ninguna consecuencia porque el conductor va a seguir desarrollando mayor velocidad porque no hay nada que lo controle o fiscalice”, advirtió.
En ese sentido, el especialista sugiere que el problema parte de la educación: abogados, fiscales y jueces también han demostrado un amplio desconocimiento. Entonces, debería implementarse el
conocimiento del Reglamento General de Tránsito desde inicial, primaria y secundaria hasta la universidad dosificando esta norma de más de 300 artículos de acuerdo al nivel académico de los niños y jóvenes.
“Si no se enseña a la población a conocer las normas, si no se le enseña al conductor desde que es adolescente a respetar las normas, evidentemente, cuando sea adulto y tenga licencia de conducir, las desconocerá. Probablemente solo un 10 % o un 15 % de conductores conocen elementalmente las normas, la gran mayoría las desconoce”, aseguró.