Andina

La magia de Roger Waters volvió a Lima

Tras 11 años, los peruanos volvieron a ver al bajista de Pink Floyd

ANDINA/Andrés Valle

04:27 | Lima, nov. 18.

Por Juan Celi

Tuvieron que pasar 11 años para que los peruanos volvamos a disfrutar una vez más de la magia de Roger Waters, el fundador de una de las bandas más legendarias del rock como lo fue Pink Floyd. Desde entonces, la espera fue larga pero valió la pena para las casi 20,000 personas que llegaron la noche del sábado al Estadio Monumental de Ate.


En el 2007, Roger Waters nos trajo la magia de su gira The Dark Side of the Moon, el 2012 no pudo llegar con su tour The Wall, sin embargo esta vez sí arribó con Us + Them, lo que generó una gran espectativa en el país.

Sus seguidores lo estuvieron esperando desde que arribó al Perú, la mañana del concierto, Roger Waters recibió a 150 de sus fans y firmó a todos los presentes sus discos, poster y revistas, tras lo cual se dirigió a la prueba de sonido.


Por la noche, la calles del distrito de Ate fueron tomadas por los seguidores de Waters, en sus rostros se podía observar la ansiedad y la emoción de ver una vez más a su ídolo. No era para menos, Roger prometía uno de los conciertos más memorables de toda su carrera.

A las 21:00 horas, ni un minuto más y ni uno menos, se apagaron los reflectores del Estadio Monumental y las enormes pantallas de alta definición se encendieron, dejando ver la imagen de una playa con una mujer esperando en la arena. El sonido de gaviotas y de buques a lo lejos anunciaba el inicio del concierto.

A los pocos minutos, empezó el intro característico de Speak to me-Breathe, del mítico álbum Dark Side of the Moon, los miles de asistentes se unieron en una sola voz, mientras que Waters ingresaba con su bajo al enorme escenario.

En uno de los mejores conciertos que se ha dado en el 2018 en el Perú, junto con el último recital de Radiohead, Waters recreó temas emblemáticos; allí estaban One of these Days, Time, The Great Gig in the Sky, Welcome to Machine.


Vendrían luego canciones de su etapa solista como Déjà Vu, The Last Refugee y Picture That; tras lo cual dejaría escuchar los arpegios de la melancólica Wish you Were Here, que fue coreada por todos los asistentes a viva voz.

Sin embargo, el momento cumbre de la primera parte del show fue la esperada Another Brick in the Wall (parte 2 y parte 3), al escenario subieron un grupo de niños que acompañaron a Waters en el conocido tema, que es una crítica al sistema educativo.

Tras un receso de 20 minutos, inició la segunda parte del show donde se recreó la portada del disco Animal, las humeantes chimeneas del Battersea Power Station se levantaron detrás del giganteso escenario, mientras el cerdo rosado “Algie” volaba sobre ellas. Fue deslumbrante ver en directo este tipo de despliegue nunca antes visto en un concierto.

De esta manera, iniciaron los acordes de “Dogs”, en este tema en específico sí se extrañaba a David Gilmour en la voz y los poderosos solos de guitarra que logró elaborar de manera tan fina en el disco.


Junto al extraordinario trabajo audiovisual de Waters, también se dio la libertad de expresar mensajes políticos y temas sociales. En el tema Pigs (Three Different Ones) manifestó su rechazo al presidente estadounidense Donald Trump, mientras un cerdo con la inscripción “sean humanos” hacia su vuelo por las graderías del Monumental. Al término de la canción fue sacrificado, al caer sobre los asistentes.

La noche avanzaba y vendrían más canciones emblemáticas como Money, Us and Them, Brain Damage y Eclipse, en esta última se formó el prisma que se observa en la portada del Dark Side of The Moon, con unos potentes cañones de luz que iluminaban las graderías,

Si el amor de este estadio se pudiera esparcir por todo el país, todos podríamos ser hermanos y hermanas”, afirmaba Waters durante un breve discurso a los asistentes, donde también afirmó conocer el grave problema que tiene el país, como es el flagelo de la corrupción.

El concierto de casi tres horas de duración estaba por concluir, los miles de asistentes no dejaban de corear el nombre del fundador de Pink Floyd, y la despedida fue con uno de los mejores temas de su antigua banda: “Comfortably Numb”.

Muchos vieron con nostalgia el término de este concierto confiando que habrá Roger Waters para rato, todos esperamos y creemos lo mismo. Solo nos queda esperar y guardar con esperanza la posibilidad de tener a Waters de nuevo en Lima. Pero solo el tiempo lo dirá, hasta pronto mister Roger.

(FIN) JCR


Publicado: 18/11/2018