Por Karina Garay RojasViajar a diario en el Metropolitano o en el servicio de transporte público en general, y encima a la hora punta, puede resultar una tortura tremenda, similar a la de entrar en una lata de sardinas, donde no es posible moverse y ni respirar. Lamentablemente, millones de personas se enfrentan constantemente a esta situación, poniendo a prueba su seguridad y hasta el nivel de su paciencia. ¿Qué estrategias seguir para viajar seguros y con menos estrés?
Para Jerhel Chavarría, psicóloga e instructora de Educación y Seguridad Vial del Touring y Automóvil Club del Perú, si bien los pasajeros son los que llevan la peor parte del servicio de transporte público en la capital, los conductores también se ven afectados por la falta de espacio en sus unidades, el tráfico permanente, el deterioro de las pistas y ver que sus vehículos terminan convertidos en tiendas ambulantes.
Nadie se salva
En entrevista con la Agencia Andina, la especialista manifestó que cuando las unidades están completamente llenas, los pasajeros desarrollan una sensación de invasión del espacio personal que automáticamente activa una respuesta de incomodidad y ansiedad. De otro lado, el excesivo ruido dentro y fuera del vehículo suma también estrés.

Frente a esta situación, indicó que existen algunas estrategias para reducir las sensaciones desagradables que se activan cuando uno viaja de forma incómoda e insegura.
La primera es respirar profundo: Inhalar por la nariz por cuatro o cinco segundos, retener el aire unos de 3 a 5 segundos y exhalar durante 6 segundos aproximadamente. Sugiere hacer una serie de cinco repeticiones. “La manera de exhalar es como si soplarás una vela. Esto puede ayudar a regular de alguna manera la tensión que uno puede sentir en el trayecto”.
La siguiente recomendación es escuchar algún tipo de música relajante, alegre o algún podcast de su preferencia, “lo cual puede ayudar a aislar el ruido del claxon o el caos alrededor. El ruido constante puede generar la sensación de impotencia y hasta deseos de escapar del entorno sonoro dentro del bus”.
La tercera estrategia para reducir o evitar situaciones de aglomeramiento “es anticiparte en tu viaje, porque si yo salgo con tiempo extra, voy a reducir el estrés. Yo necesito equiparme y tomar la precaución de salir con mayor anticipación”. Sugiere usar apps, como el Google Maps que puede ofrecer rutas alternas ante una situación inesperada.
No menos importante es hidratarse lo suficiente, refiere, debido a que “el calor que genera el tumulto de gente no favorece el mejor estado emocional”.
Una quinta estrategia, vital para las mujeres, adolescentes y niños; es proteger el espacio personal, que ocasionalmente se ve invadido por el acercamiento tan pronunciado de otros pasajeros, ya sea por un tema fortuito o porque hay muy poco espacio en la unidad.
“Como mujeres es necesario estar muy atentas y alertas para saber dónde me ubico. Algunas veces será mejor esperar un vehículo más y evitar una situación que pueda generarme incomodidad o me obligue a bajar”.

Sugiere usar barreras físicas, como la cartera o el bolso para prevenir el contacto con otras personas. “Si llegara a darse una situación de acoso o incomodidad, es necesario responder con firmeza, con voz clara y segura: Señor, por favor, respete mi espacio”.
Como sexta estrategia propone evitar al transporte masivo en horas punta o considerar el uso de transporte alternativo.
Frente a la invasión de ambulantes dentro del bus, sugiere no engancharse con los vendedores que suban a menos que se desee comprar, a la par de estar alerta con sus pertenencias.
¿Qué pueden hacer los conductores?
Jerhel Chavarría alertó que los conductores están sometidos también a un estrés permanente, lo cual “disminuye su capacidad de atención y reduce la tolerancia hacia la frustración, aumentado sus conductas impulsivas”.
En su caso, aconseja evitar el uso innecesario del claxon, porque no reducirá el tráfico y solo generará ansiedad en los demás.
“El conductor podría planificar mejor su ruta y horario. Si sale con 15 a 20 minutos de anticipación va a marcar definitivamente la diferencia. Es importante que haga pausas mentales. Puede implementar respiraciones profundas y escuchar música tranquila, alegre, que le permita soportar el tráfico”.
Destaca que es fundamental mantener siempre la cortesía y empatía con los pasajeros y peatones.
Pide evitar discusiones con los ambulantes que suben a sus unidades porque podría generar algún tipo de distracción o accidente.
Sobre el uso del claxon, la psicóloga del Touring y Automóvil Club del Perú, advirtió que la exposición prolongada de ruidos repetitivos puede incrementar la sensación de frustración y conductas agresivas en las vías, como gritos, discusiones, por lo que se sugiere usarlos para casos específicos.
Pidió actuar de forma estratégica para enfrentar las situaciones estresantes del trasporte, que pueden ser terribles, sobre todo para aquellos que viajan tramos muy extensos; y que no deben normalizarse.
“Algunas mujeres pueden desarrollar ansiedad, incluso pensamientos en los que se ven violentadas, podrían generalizar esta situación y empezar a tomar taxi, lo cual no le va a beneficiar económicamente tampoco”.
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(FIN) KGR
JRA
Publicado: 29/9/2025