La pobreza nunca fue impedimento para Adrián Cabezas Morales. Proveniente de una familia muy humilde, conoció lo que significa el trabajo desde los ocho años. Dejó su natal Chancay y en Lima logró ingresar a la universidad, pero el destino le tenía deparado otros planes. Se siente orgulloso de eso.
A diferencia de muchos niños de su edad, Adrián alternó su etapa escolar con el trabajo. Es el mayor de ocho hermanos.
“Debía ayudar a atenderlos y proveerles de comida cuando a mi padre no le alcanzaba el dinero. Trabajé para ayudar a mantener a mi familia”, dice.
Recuerda que a veces llegaba tarde a la escuela porque tenía que salir a pescar y ayudar a llevar alimentos a su familia.
A pesar de ello, terminó el colegio como uno de los primeros alumnos y alimentó las esperanzas de su padre, quien lo apoyó para viajar a Lima a fin de ingresar a una universidad nacional.
“Mis padres no tenían los recursos suficientes para que yo pueda estudiar o alquilar un cuarto. Así que construimos un espacio en la casa del amigo de mi papá en el jirón Huanta, y ahí dormía”, comenta al evocar esos momentos en los que vivía con lo mínimo indispensable.
“Ver a mi papá esforzándose para que yo me prepare, me motivó, fue de las primeras personas que confió y apostó por mí”, agrega con un gesto de agradecimiento.
En la URSS
Era la década del 80’ y ya estaba en
Rusia. Al poco tiempo se trasladó a
Kiev, donde concluyó sus estudios de Ingeniería Aeronáutica en la
Universidad Internacional de Aviación Civil de Kiev de Ucrania
Durante esta etapa fue asistente de científicos en aerodinámica y materiales metálicos. En 1988, culminó su carrera especializándose en los mecanismos de aviones. Luego, obtuvo un máster en Materiales Metálicos y un doctorado en Ciencia de Materiales en la misma universidad.
Sus trabajos científicos fueron publicados en diversas revistas y libros científicos. También presentó sus investigaciones en numerosas conferencias en la desaparecida URSS, lo cual aumentó su reconocimiento y prestigio.
“Cuando terminé mi doctorado regresé al
Perú y toqué puertas en algunas universidades, pero ninguna me respondió, así que decidí retornar”, precisó.
Sin embargo, su regreso coincidió con la caída de la
Unión Soviética, con efectos negativos para las ciencias. Tuvo que cambiar de rumbo y se fue a Suecia, prácticamente a empezar todo de nuevo.
Trabajos en Suecia
“Trabajé en hoteles, restaurantes, en las calles. Cuando llegué me dedicaba a estudiar de día y a trabajar de lo que sea en la noche”, comenta Adrián sobre sus primeros años en Suecia.
Luego de tres años, aprendió los idiomas inglés y sueco y por fin, revalidó sus títulos en el Real Instituto de Tecnología (KTH) de
Estocolmo (2004-2007).
Fue admitido luego como científico especializado en materiales de acero y aluminio en Alfa Laval Tumba AB, compañía que le invitó a ofrecer conferencias en distintos países europeos.
Entre el 2007 y 2011, ejerció como investigador científico en el área de purificación del aire y gases en Centri Clean Systems AB, ubicada en Tullinge, Suecia.
Al año siguiente, fundó su empresa en Estocolmo: Nano Control AB, y estableció conexiones con organizaciones privadas y estatales con fines empresariales. Además, se encarga de la elaboración de la patente y de gestionar los trámites con el Registro de Patentes en Suecia para proteger su innovación.
Esta nueva etapa como emprendedor le permitió aprovechar su conocimiento científico y tecnológico para abrirse paso en el mundo empresarial. Tiene 15 patentes ligadas a la contaminación del aire.
Adrián vive 23 años en Suecia y aún tiene muchos proyectos científicos que concretar.
“Desde muy pequeño soñé con crear tecnologías que ayuden al medio ambiente y buscar soluciones para crear una sociedad más justa”, comenta al repasar sus motivaciones para el momento que vive.
Su perseverancia y talento lo han convertido en un científico reconocido y galardonado.
El 2020 fue ganador del “Invenciones vs Coronavirus”, un concurso de inventos en beneficio de la humanidad contra la covid-19, convocado por la Federación Internacional de Asociaciones de Inventores (IFIA) con sede en Suiza.
Y el año pasado, obtuvo la Medalla de Oro en la Competición Internacional “The Innovation Week IWA 2022” organizado por OFEED, en
Marruecos.
Más datos:
-Adrián Cabezas Morales es miembro activo de diversas asociaciones profesionales y académicas como la Asociación de Ingenieros Suecos, Asociación de Inventores Suecos (SUF), la Asociación de Inventores de Estocolmo (STIK), entre otras entidades.
-El 2021 fue reconocido por su trabajo e inventiva, esta vez en el “Challange & Innovation Forum 2021 Qatar”, certamen en el que obtuvo la medalla de plata.
-“Se requiere de mucha dedicación y perseverancia. Nada cae del cielo, todo se cosecha. He luchado solo en estos países, si yo lo he logrado ustedes, también”, dice Adrián a modo de consejo a los jóvenes que quieren trabajar en el extranjero.