El Instituto Tecnológico de la Producción (ITP), por medio del CITE Productivo Madre de Dios, en convenio con el Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia) trabajan en la micropropagación de yemas de castañas que permitirá garantizar la recuperación, conservación y el aprovechamiento sostenible de los bosques castañeros para promover el desarrollo económico de la región de la selva sur peruana.
El proyecto cuenta con el apoyo del World Wildlife Found (WWF) y la Asociación de Recolectores Orgánicos de Nuez Amazónica Perú.
“Este proyecto busca poder ingresar al bosque y así escoger las plantas con mejores características y clonarlas para tenerlas otra vez en los campos productivos o repoblar los bosques con esta especie”, informó el especialista de CITE Productivo Madre de Dios Renzo de la Peña.
Madre de Dios es la única región del Perú donde crecen árboles de castaña amazónica. El 20 % de la población depende laboralmente de manera directa o indirecta de la recolección, procesamiento y/o comercialización de la castaña (Bertholletia excelsa), conocida también como nuez amazónica o nuez del Brasil; sin embargo, los altos índices de exportación han evidenciado un bajo rendimiento por unidad de área.
Alto valor
Una de las características de los árboles de castaña es que superan los 60 metros de altura y pueden llegar a vivir centenares de años. Es una actividad forestal no maderable, es decir, depende de la existencia de los bosques para recolectar y procesar sus semillas o nueces que poseen un alto valor para la industria alimentaria.
“Los árboles productivos en la región son muy antiguos, lo que buscamos con nuestra investigación es tener un recambio generacional, es decir, que ingresen nuevos árboles para las generaciones futuras”, enfatizó De la Peña.
Esta iniciativa ha logrado identificar árboles que no superan los 12 metros de altura, pero que producen la misma cantidad de frutos, lo que permite evitar cualquier riesgo a la hora de la recolección y que la clonación sea más llevadera y productiva.
“Se buscan algunas características especiales y cuando sabemos de la existencia de estos árboles, lo que hacemos es clonarlos, hacer una copia exacta de estos y producirlos masivamente en un laboratorio [...]. Lo que hacemos es entregarla a los productores, ellos conocen su espacio, su campo y saben dónde colocar la planta para que se desarrolle de la mejor forma”, explicó.
El proyecto —que recibe financiamiento del
Concytec, a través de su unidad ejecutora ProCiencia, con apoyo del Banco Mundial—
estudia otras especies de la zona, así como árboles frutales de Madre de Dios, región considerada como la capital de la biodiversidad en el Perú por la inmensa riqueza natural que posee.