El mercado de valores peruano enfrenta una etapa crucial en su desarrollo. La Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) tiene una triple función esencial que guía su accionar: proteger al inversionista, promover el desarrollo del mercado y, fundamentalmente, impulsar la educación e inclusión financiera.
Esta última tarea se convirtió en la prueba de fuego para el futuro económico del país. Por ello, actividades de alcance global como la Semana Mundial del Inversionista (SMI), promovida por la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), son para el regulador peruano una función central y no un evento periférico con el objetivo de lograr que una mayor proporción de la población participe activamente en los mercados.
Promoción
El superintendente del Mercado de Valores de la SMV, Juan Pichihua Serna, explica por qué esta promoción es vital. La comparación regional es contundente, mientras economías como Chile tienen una inclusión financiera cercana al 90% de su población adulta, el Perú aún se estanca alrededor del 60%.
La brecha de participación en el mercado de capitales es aún más estrecha, sin llegar siquiera al 6% frente al 60% que exhiben países desarrollados. Esta disparidad limita drásticamente la capacidad de la economía para canalizar el ahorro nacional hacia la inversión productiva de largo plazo.
Es esta urgencia de universalizar la inclusión financiera, impulsada por la SMV, la que eleva la Semana Mundial del Inversionista a una tarea prioritaria dentro de la agenda regulatoria y educativa.
El fondo de este problema no es solo operativo; es cultural y educativo. La SMV identifica claramente la necesidad de diferenciar entre el ahorrista y el inversionista. El ahorrista, típicamente adverso al riesgo, busca seguridad absoluta y un retorno bajo, pero garantizado, confiando plenamente en la supervisión bancaria para la solvencia de su entidad.
Negocio
El inversionista, en cambio, debe comprender que al comprar un valor está interviniendo directamente en el negocio de un emisor y, por ende, asume un riesgo de actividad.
La compensación por asumir ese riesgo es la posibilidad de obtener rendimientos significativamente mayores al eliminar la intermediación bancaria. Aquí reside la función esencial del organismo regulador: garantizar que el inversionista, al entrar en el mercado de valores, confíe en que el emisor está debidamente supervisado y que los agentes de intermediación no son empresas fantasma.
Esta supervisión rigurosa fortalece la confianza, que es el pilar de todo mercado de capitales. Sin embargo, la confianza por sí sola no es suficiente. Es indispensable que el inversionista desarrolle el apetito por el riesgo de manera informada, sabiendo que, si bien el riesgo existe (pérdidas totales o parciales si la actividad fracasa), el potencial de retornos es mayor si la actividad es exitosa.
Confianza
El menor porcentaje de participación en el Perú se debe, precisamente, a la combinación de una baja confianza en la información del emisor y la aversión al riesgo del ahorrista tradicional.
Para cambiar este panorama, la promoción de la participación en los mercados debe ser una política de Estado sostenida, que garantice la predictibilidad económica y la estabilidad. Un entorno macroeconómico estable, como el que exhibe el Perú (a pesar de los vaivenes políticos, crece más que sus vecinos como Chile), genera la necesidad y la oportunidad de una mayor inversión.
Utilizar el mercado de capitales es una herramienta fundamental para que Perú se beneficie de un entorno internacional más exigente.
Mercados
Pichihua reitera que es de sumo interés para la SMV que una mayor proporción de la población se incluya financieramente, no solo por la vía bancaria, sino también mediante el mercado de capitales. Para ello, la industria y las autoridades, en particular el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), deben apoyar el fortalecimiento de la capacidad de supervisión de la SMV, facilitando al mismo tiempo el desarrollo del mercado.
Solo cuando logremos esta democratización del acceso al capital, asegurando educación, transparencia y un marco de supervisión robusto, el crecimiento económico se traducirá en bienestar general y el mercado de valores alcanzará su potencial pleno. El esfuerzo es crucial para que el ahorro se transforme en una palanca efectiva para el crecimiento nacional.
Datos
- La Semana Mundial del Inversionista, que la SMV lidera en el Perú por noveno año consecutivo, se desarrollará del 13 al 17 de octubre del 2025.
- Esta campaña internacional, promovida por IOSCO, tiene un objetivo dual y crucial: crear conciencia sobre la importancia de la educación financiera y fortalecer la protección de los inversionistas.
- Para la SMV, este evento es una función central que apoya la inclusión financiera mediante el mercado de capitales.
- La reguladora programó una serie de actividades a lo largo de octubre, incluyendo charlas, seminarios y encuentros con el mercado de valores.
- La finalidad es crear cultura sobre los mercados, difundir los beneficios y riesgos asociados a las diversas alternativas de inversión. Mediante estos esfuerzos, la SMV busca transmitir los conocimientos necesarios que promuevan la adopción de decisiones financieras responsables y bien informadas.
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(FIN) DOP/SDD