Hallazgo monumental en sitio arqueológico San Jacinto de hace más de 4,000 años en Huaral

El arqueólogo peruano Christian Cancho halló el frontis y la entrada principal del atrio de un templo prehispánico de hace más de 4,000 años y que forman parte de un conjunto arquitectónico de monumentales dimensiones. Foto: Chirstian Cancho

El arqueólogo peruano Christian Cancho halló el frontis y la entrada principal del atrio de un templo prehispánico de hace más de 4,000 años y que forman parte de un conjunto arquitectónico de monumentales dimensiones. Foto: Chirstian Cancho

12:44 | Lima, set. 26.

Por Moisés Aylas Ortiz

Un hallazgo arqueológico de gran trascendencia se produjo hace unas semanas en el sitio arqueológico San Jacinto, ubicado en la localidad de Campo Grande, en el valle de Chancay, en la provincia limeña de Huaral. El arqueólogo Christian Cancho Ruiz descubrió el frontis y la entrada principal del atrio de un templo prehispánico que datan de hace más de 4,000 años de antigüedad y que forman parte de un conjunto arquitectónico de monumentales dimensiones.



Cancho Ruiz considera que San Jacinto podría ser considerado el templo más grande de toda la costa central del Perú. Este complejo monumental, que se extiende por más de 30 hectáreas y alcanza los 30 metros de altura en su montículo central, está vinculado a la tradición arquitectónica de los templos en forma de U, característicos de las antiguas construcciones de costa central durante el segundo y primer milenio a.C., en el periodo formativo y podría representar una de las construcciones más tempranas de la región.



Indicó que en la temporada de investigación anterior (2023) ya se había hallado el edificio monumental escalonado con unas escaleras impresionantes que conducían al atrio del templo. Este 2025 los trabajos se concentraron en la excavación de la cima del citado edificio. “Para nuestra sorpresa hallamos un templo completamente diferente que a pesar de ser más temprano ya exhibía una monumentalidad y una complejidad increíble.

El atrio y el templo antiguo


El investigador peruano explicó que este atrio formaba parte del recinto principal de un templo antiguo que se encontraba enterrado por otras estructuras construidas con posterioridad. Este atrio contaba con una antecámara con un piso muy conservado. “El trabajo de investigación permitió descubrir un edificio monumental con una escalera que conducía al atrio principal de un templo primigenio. Este edificio estaba construido con muros de piedra de río y adobes enlucidos que se edificaron siguiendo técnicas constructivas que muestran un manejo avanzado de materiales.



“El frontis del templo temprano, conservado con gran detalle, presenta un diseño escalonado, nichos monumentales y paredes de hasta 3.5 metros de altura con frisos polícromos de seres híbridos -mezcla de atributos humanos y animales-. Una particularidad es la inclinación de los muros, interpretada como una solución antisísmica milenios antes de las innovaciones incas”, aseveró.


El investigador de la Universidad de Virginia indicó que esta edificación se asemeja a templos de la costa norte por la presencia de frisos polícromos de seres híbridos. “Estos frisos se encuentran destruidos, pero si se han hallado fragmentos de frisos en el lugar.


De acuerdo a la hipótesis de Christian Cancho, San Jacinto no era un centro administrativo ni habitacional, sino un espacio ritual de convergencia comunitaria, donde distintos colectivos acudían para prácticas ceremoniales. “La presencia de cerámica proveniente de diversas regiones confirma que el sitio fue un punto de encuentro interregional”, subrayó.

Lo más sorprendente de esta construcción es que se encontraba sellado. “Este se dio dentro de un contexto ritual que involucró la destrucción parcial del atrio, en especial de las figuras representadas, lo cual es bastante inusual, y que se dio dentro de un contexto también de festines durante el proceso, ¿no? Es decir, que, pues, hubo gente que, pues, estuvo comiendo y viviendo mientras se hacían las labores del sellado de estos edificios.

Contexto cultural e histórico


Aunque no se atribuye a una cultura específica, San Jacinto refleja la existencia de una entidad sociopolítica comunal temprana, capaz de organizar grandes obras monumentales. Posteriormente, entierros intrusivos de la cultura Chancay y la acción de huaqueros afectaron parte del sitio.


Lo más sorprendente es que, a diferencia de otros templos andinos que crecieron gradualmente, San Jacinto fue concebido como monumental desde su origen. En ese aspecto, Cancho revela que desde su primera etapa San Jacinto ya contaba con muros de más de ocho metros de altura, lo que lo convierte en un referente único para entender el inicio de la complejidad social en los Andes centrales.

Importancia del hallazgo


El investigador afirma que el proyecto aporta claves inéditas para comprender los procesos constructivos de los complejos en U en el Perú prehispánico, hasta ahora poco excavados. Además, sitúa al valle de Chancay como una de las zonas con mayor concentración de estos monumentos.


Según el arqueólogo, este descubrimiento no solo enriquece la investigación académica internacional, sino que también ha despertado el interés de las comunidades locales y autoridades, abriendo la posibilidad de convertir a San Jacinto en un nuevo circuito turístico cultural de Lima.

Cancho resalta que el templo fue concebido como una construcción monumental desde un primer momento, con muros de más de ocho metros de altura como la que se halló en 2023 y que sobre ella se construyeron otras plataformas. “A diferencia de otros complejos que empiezan siendo pequeños y se van haciendo grandes conforme se realizan superposiciones, en San Jacinto la edificación ya era grande desde su momento inicial.


El nuevo edificio se construye encima, pero tiene mayor volumen, pero respeta la configuración del templo viejo, respetando la configuración inicial y manteniendo las mismas prácticas constructivas, con ligeros cambios de diseño.

Financiamiento de la investigación


Christian Cancho encabeza esta investigación arqueológica. Precisó que en la temporada de 2023 tuvo el financiamiento de la University of Virginia, gracias a las becas que postuló para obtener su doctorado; y de la APS (American Philosophical Society). Para la temporada de este 2025 el esponsor de su investigación es NSF (National Science Foundation), instituciones de los Estados Unidos.

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Publicado: 26/9/2025