11:52 | Lima, jun. 08 (ANDINA).
Gonzalo Iwasaki habla de la paternidad, de su padre y nos invita a su espectáculo “La Música de la Tele” que presenta en la Estación de Barranco todos los miércoles.
¿Papá o papacito?
-No...! Papá no más, los diminutivos no me gustan en ningún tipo de acepción.
¿Ser padre te ha permitido conocerte más?
-Sí, muchísimo. Pero de repente llegué con un poco de ventaja, soy hermano mayor de 7 hermanos, y ayudé mucho a mi mamá a criarlos: los bañaba, les cambiaba sus pañales. Me encantaba.
¿Esa experiencia te ha unido a ellos?
-Yo los adoro, somos muy unidos. Hasta sus chanchitos les botaba.
Llegaste a la paternidad experto…
-Con aprestamiento, jajaja. Tengo tres hijos.
¿Te parece que la paternidad es poco apreciada?
-Sí. Una vez me tocó cambiarle los pañales a mí hijo en un parque público y la gente mayor me decía “qué vergüenza, un hombre cambiando pañales”.
¿Eres afectuoso con tus hijos?
-Mucho. Yo los abrazo, los beso. A mi hijo mayor que tiene 24 años, le digo que lo quiero.
¿Qué piensas de papás que creen que no es bueno abrazar a sus hijos?
-Están distorsionados, el afecto filial es invalorable. Hasta ahora la cultura inhibe la expresión afectiva de los padres hacia sus hijos varones.
¿Tus hijos comparten tus demostraciones afectivas?
-El menor un día me dijo: papi ¿no sería mejor que me dieras la mano cuando estoy delante de mis amigos? Jajaja…Me lo dijo y luego lo dialogamos.
¿Planificaste ser padre?
-Sí, yo siempre deseé ser papá. Después de dos años de casado tuve a mi primer hijo.
¿Qué sientes cuando un hombre no reconoce a su hijo o hija?
-Son una muestra de miseria humana. Son ese tipo de hombres, que nos dejan mal a todo nuestro género.
¿Crees que la separación afecta el ejercicio de la paternidad?
-Sí, a ambos. Porque en un momento a los hijos se les ve como trofeos de disputa.
¿Cómo fue el vínculo con tu papá?
-Muy fuerte y hermoso. Mi padre tiene 80 años ahora, fue militar de profesión y atípico. Un gran lector, no era autoritario en casa, conversaba mucho con nosotros.
¿Por qué no fuiste militar?
-Mi padre nunca nos presionó por nada. Por ser el mayor volcaba todo en mi, me llevaba a todas partes, con él he viajado por todo el Perú. Esperaba que fuera médico.
¿Se enojó contigo por no ser militar?
-Tuvimos algunas confrontaciones. Algunos de tipo ideológico porque yo era de izquierda, y por mi vocación de músico pues el se preocupaba porque fuera bohemio.
¿Qué admiras en él?
-Su honestidad, su manera de hablar, no es grosero, es ordenado.
¿Fuiste un hijo rebelde?
-Uhmmm., no; creo que les causé algunas preocupaciones. Una vez me fui de casa, a los 17 años. Pero regresé. Lo bueno de nuestra relación es que siempre le hable con la verdad.
¿Te sientes frustrado por no ser músico?
-La música siempre ha estado ligada a mí; me pagué la universidad haciendo música; Hoy tengo un espectáculo en vivo, y me divierto cantando y haciendo los arreglos.
¿Hay cosas que los hombres no deben de hablar con sus hijos?
-Para nada. No hay roles pre establecidos. Por ejemplo, la menarquía de mi hija, la pasamos juntos porque estábamos de viaje. Eso nos unió mucho.
¿En el ejercicio de la paternidad en qué te diferencias de tu padre?
-Soy más abierto y tolerante. Mi padre no hablaba de sexo con nosotros. Eran otros tiempos.
¿Te sientes “cuero”?
-No tengo ninguna pretensión. No me creo nada especial.
No seas humilde…
-No al contrario…
¿Tienes alguna imagen paterna importante?
-Mi abuelo materno, abogado, de Canta, Huamantanga, la sierra de Lima. Era de ascendencia italiana, muy expresivo, contador de cuentos y chistes. Hasta grande me llevó chupetes.
¿Y un personaje público?
-Bueno, Humberto Martinez Morosini me guió en mi trabajo; Julio Estremadoyro también, muy inteligente; el mismo Genaro Delgado Parker, que tiene una gran visión de brockcaster…
¿Te estás preparando para ser abuelo?
-¡Me muero por serlo! y no me dejan… Ahora los jóvenes retrasan la paternidad y maternidad.
¿Qué sello de tu paternidad les dejas a tus hijos?
-Aunque no lo quieran admitir, jajajaja, el buen humor. Soy una persona que siempre está de buen ánimo. Me gusta vivir con ganas, y con mucha intensidad. Así también son ellos no dejan nada a medias.
(FIN) Variedades
Publicado: 8/6/2009